Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 16 de julio de 2025
Todas las niñas que en Sarrió hay la bienvenida le van a dar. Y desde entonces, como si aquélla fuese la señal, no cesaron de requebrar en sus cánticos al magnate. El cual, dirigiendo el monocle unas veces a la derecha, otras a la izquierda, y sacudiendo la cabeza con benévola sonrisa, repetía por lo bajo: ¡Precioso, precioso! ¡Un tapiz de Teniers! ¡Un paisaje de Lorrain!
Al otro lado del puente nos encontramos una alegre caravana, en la que nos llamó la atención varias dalagas á caballo perfectamente ataviadas, luciendo caprichosos sombreros con gran profusión de gasas y flores. Los colores de las faldas y los pañuelos que resguardaban sus hombros, eran de colores muy fuertes que destacaban el negro del tápiz.
Llega á su casa y al entregar el tápiz á la criada, á buen seguro que no dirá ¿dónde está mi marido? y sí ¿dónde está el castila? Á los hijos de este, los llamará por sus nombres ó simplemente sus hijos; pero lo que es el castila jamás será en el hogar, ni Pepe, ni Juan, ni Andrés, sino siempre el castila. La madre, en todas partes es la misma. La mujer, no en todas es igual.
Lo que debo hacer indudablemente es irme de aquí. Esto será decir sin palabras al rey que no debe hacer esperar hasta tal punto al duque de Lerma. Iba Lerma á poner en práctica su propósito, esto es, á irse, cuando se levantó un tapiz, asomó tras él una persona, y sonó una voz que dijo: ¿A dónde vais, mi buen duque?
En tanto, los cofrades habían sacado un tapiz negro, que habían extendido en el crucero, y sobre él habían puesto a la difunta, y a las esquinas del tapiz cuatro candeleros deslustrados, con unos trozos desiguales de amarillo cirio; y a un lado se había arrodillado la mujer, y junto a ella habíase echado el perro con el hocico entre las patas, y entrádose habían los hermanos de la Caridad en la sacristía.
Los tres nos quedamos asombrados, y permanecimos mucho tiempo contemplando aquella maravilla. No sabiendo que aquella pintura es un tapiz de la fábrica de Gobelinos, parece imposible que haya una persona que distinga el tapiz de una pintura al óleo, y de una pintura de buena escuela. El tejido ha hecho tanto como el pincel; la lana es allí rival de los colores.
Un enorme globo de cristal pendiente del plafón, proyectaba una claridad viva y pura sobre un rico tapiz turco, de un azul brillante, en el que se veían bordados hermosos pájaros rojos que desplegaban sus alas doradas, y tenían entre sus patas de plata largas serpientes de escamas verdes como esmeraldas; un diván de raso obscuro, daba la vuelta a toda la pieza.
Palabra del Dia
Otros Mirando