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¡Ah! bien, bien... pero usted no está en peligro de muerte, gracias al Señor... en San Sulpicio, confesonario de la derecha, entrando... a sus órdenes siempre, señora mía. Volveré, volveré a ver a nuestra enfermita... no hay que llorar.... ¡Parece usted una Magdalena! Aquella tarde Lucía bajó como de costumbre al jardín.

Luego no había duda; a me gustaba la hermana San Sulpicio. «Pero, hombre, ¿ahora estamos en esas? me dijo el pensamiento respondón al llegar a este punto. ¡Cuánto tiempo hace que estás enamorado de ella! ¿Cómo enamorado?... ¡Alto, alto!... no transijo... ¡, , enamorado!

La madre tenía tan buena idea de , que no le sorprendió nada encontrarme en la iglesia; pero la hermana San Sulpicio me dirigió una mirada de curiosidad que me puso colorado. La verdad es que nunca he sido muy devoto, y debo confesar ingenuamente que en aquella ocasión me llevó a la iglesia, más que el deseo de asistir al santo sacrificio, la esperanza de ver a la graciosa hermana.

Empuñola Suárez, y comenzó a manejarla con singular destreza. ¿No canta usted? le preguntó la madre. Al tiempo de lavarme únicamente. Pues aquí la hermana San Sulpicio lo hace muy bien. Alguna vez la hemos oído en el colegio... el día del santo del superior, que es cuando se permiten esas cosas.

Engaged in journalism as editor of the Revista Europea, and in the writing of prose fiction and critical works. Works: El Señorito Octavio , Marta y María , José , La hermana San Sulpicio, 2 vols. , La espuma, 2 vols. , La fe , Aguas fuertes, La aldea perdida, La alegría del capitán Ribot, et al. Read law.

Cuando paró el tren, nuestra víctima se apresuró a salir sin despedirse, dio un gran golpe a la portezuela y no volvimos a verle más. Conozco a la hermana San Sulpicio. El ómnibus saltaba por encima de las piedras sacudiéndonos en todos sentidos, haciéndonos a veces tocar con la cabeza en el techo; yo llegué a besar, en más de una ocasión, con las narices el rostro mofletudo de D. Nemesio.

Cuando llegamos a casa, al tiempo de separarnos, la hermana San Sulpicio me dijo: Oiga: ¿podría proporcionarme esa novela de que me hablaba? ¿La de Maximina? : pediré permiso a la superiora y al confesor para leerla. Creo que me lo concederán... Y si no me lo conceden, la leeré de todos modos, aunque me cueste una severa penitencia.

In Spain, La Hermana San Sulpicio and Los Majos de Cadiz, have won the greatest favor. These are both novels of Andalusian life. In the United States La Hermana San Sulpicio, María y María and Maximina are best known through the translations of Nathan Haskell Dole. More recent translations are: La Alegría del Capitán Ribot, by Minna Caroline White; and El Cuarto Poder, by Rachel Chalice.

Las iglesias mas notables que yo he visitado en Paris, son la Catedral, San Sulpicio, la Magdalena, San Germain l'Auxerrois, la Santa Capilla, San Vicente de Paul, San Esteban del Monte, y Santa Clotilde.

Puesta la conversación en este terreno de franqueza un poco ruda, seguimos platicando amigablemente mientras dábamos vueltas por la galería. Mi compañero era un malagueño tan cerrado, como lo era sevillana la hermana San Sulpicio. Hablaba de la zeda, mientras ésta hablaba de la ese.