United States or Sudan ? Vote for the TOP Country of the Week !


La emocion poética tiene en cada hombre su temperamento particular, y este temperamento es una gran razon que cada uno debe tener en cuenta al querer explicarse sus opiniones. Yo creo que no me engaño al opinar así, porque es indecible el placer religioso que siento cuando descubro un caserío ó una aldea, perdida entre árboles ó arbustos, ó entre las sombras indecisas de la tarde.

Decís, don Federico observó la marquesa , que en España cada cual está satisfecho con lo que le ha tocado en suerte. ¡Ah doctor! ¡Cuánto siento decir que ya no somos en esa parte lo que éramos!

Siento mucho tener que vestirme en su presencia, pero nuestra situación no es para entretenernos en escrúpulos de buena crianza. Termino en un momento. Y el gigante, levantando sus ropas del suelo, se vistió apresuradamente.

Esto es lo que se deberia haber visto, y lo que creo poder demostrar hasta la última evidencia. Prescindo ahora de lo que siento, de lo que soy; pero que siento, y que soy. Esta experiencia es para tan clara, tan viva, que no puedo resistir á la verdad de lo que ella me dice.

Por Dios y todos los santos, ruego a usted, señora, que me permita ver a Inés. Es mi amiga, mi hermana. Yo tengo orgullo en su virtud, yo me siento ofendida y lastimada por la mala opinión que hoy se tiene de ella en esta casa. Quiero hacer una buena obra y volverle su honor. ¿Por qué ha de intervenir en esto la justicia, si yo confío en que la traeré a casa?

Gracias a la paciencia, que usted me ha recomendado para todas las ocasiones, puedo sufrirla. Otra causa de que mi espíritu no esté completamente tranquilo es el anhelo que cada día siento más vivo de tomar el estado a que resueltamente me inclino desde hace años.

Y es un bello aderezo... muy bello... su majestad os ama mucho. No cómo pagar á su majestad... y siento, siento mucho no poder complacerla... pero mi marido me ha regalado otro aderezo. ¡Ah! ¿Conque es rico?... Os doy otra nueva enhorabuena. ¿Y seréis tan reservada respecto á vuestras galas de novia, como respecto á vuestros amores? ¡Ay, Dios mío, no!

Si no puedo callar... si callara, todo lo que pienso, todo lo que siento y lo que veo aquí dentro de mi cerebro me atormentaría más.... ¡Y quieres que duerma!... ¡Dormir! Si te tengo aquí dentro, Florentina, dándome vueltas en el cerebro y volviéndome loco.... Padezco y gozo lo que no se puede decir, porque no hay palabras para decirlo.

Las señoras parecían inconsolables. ¿Por qué no se había dejado bautizar? ¡Tan interesante que hubiese sido el espectáculo!... Como si yo fuese un mono, amigo Ojeda... como si me hubiese embarcado para hacer reír... Crea usted que siento la tristeza de un grande hombre convencido de la ingratitud de su pueblo.

Ha creído usted, sin duda, que debía apartarse un poco de nosotros y lo siento, porque resulta ahora que no conoce usted al señor De Nièvres. Dentro de ocho días me caso y es éste el momento oportuno de que nos entendamos.