Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 26 de mayo de 2025


Si le hubiese sido lícito representar comedias, quizás no hubiera hecho otra cosa en la vida, pero como le estaba prohibido por el decoro y otra porción de serias consideraciones, procuraba buscar otros caminos a la comezón de ser algo más que una rueda del poder judicial, complicada máquina; y era cazador, botánico, inventor, ebanista, filósofo, todo lo que querían hacer de él su amigo Frígilis y los vientos del azar y del capricho.

Cuantos momentos tenía libres el paisanillo, dedicábalos a la contemplación de alguno de sus dos amores. No se cansaba jamás de ver los altibajos de la pierna del amolador, el girar sin fin de la rueda, el rápido saltar de las chispas y arenitas al contacto del metal, ni de oír el ¡rsss! del hierro cuando el asperón lo mordía.

En tanto que camina lo que queda Al rio de la Plata, quiero agora Volver á mi real. ¡Quiera Dios pueda Segun el corazon lo siente y llora! Quien quisiere saber cual dió á la rueda Su vuelta la fortuna burladora, Comienze con requiescant en la gloria El infelice canto de esta história.

Allá, dormía un pirata con el cuello bajo la rueda del timón, de modo que, al menor movimiento de rotación, su cabeza debía quedar indefectiblemente destrozada. Un verdadero amanecer de orgía, ¡y de orgía de pirata!

Estaban sentados en rueda y a la hora la mayoría cantaba ya. Llegó mediodía y pasó la siesta. A las cuatro, la brisa cesó y las velas cayeron. Un marinero se acercó a la borda y miró el mar aceitoso. Todos se habían levantado, paseándose, sin ganas ya de hablar. Uno se sentó en un cabo y se sacó la camiseta para remendarla. Cosió un rato en silencio. De pronto se levantó y lanzó un largo silbido.

Por este motivo es no poco extraña la posición de Lope de Rueda, pues si es justo llamarle reformador del teatro español, teniendo en cuenta las causas, que contribuyeron á la decadencia del teatro en su tiempo, por otra parte es preciso confesar, que, si se le equipara á sus famosos predecesores, está á larga distancia de ellos.

La esclava salió y poco después entró con un vaso lleno de un líquido rojo en que flotaba una rueda de limón y puesto sobre una salvilla de plata. Montiño se quedó solo, pensando alternativamente en las cosas siguientes: Primero en doña Clara. Después en la reina. Luego en su banda de capitán. Por último, en Dorotea.

Ya había saco de padre, Había barba y cabellera, Un vestido de mujer, Porque entonces no lo eran Sino niños.............» Salta á los ojos que este autor se equivoca indudablemente en un punto, puesto que el amor había sido la base de las comedias de Lope de Rueda, y no era posible que sólo en las obras de los dramáticos posteriores apareciese como el móvil principal de los sucesos.

Pero lo que no has de tolerar de ninguna manera, que algunos otros, también de esa misma alta esfera, menosprecien ser tenidos por poetas, cuando este talento es y será siempre su mejor prenda. Así habló Lope de Rueda, cuando un poeta español de mucho mérito, llamado Villayzán, se acercó al sacrosanto trono del Dios con algunos escritos suyos, y le dijo así: «¡Oh príncipe de Delos!

La rueda de curiosos estrechó el círculo; las mujeres se ponían en puntas de pies; todos querían presenciar la ceremonia. La fisonomía de Blanca no manifestaba turbación alguna: parecía la estatua de la satisfacción. Yo nunca la había visto más linda; nunca el oro mate de sus cabellos había dado más realce a su fisonomía que aquella noche.

Palabra del Dia

commiserit

Otros Mirando