Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 5 de mayo de 2025


Si de vuelta de correr la sardina salía alcanzada la mujer del Tuerto en la cuenta que éste le tomaba rigorosamente, en el balcón se oía la primera guantada de las que administraba el desdichado marido á su costilla; desde el balcón llamaba á su padre, á su madre y á Tremontorio; desde el balcón les contaba lo sucedido, y renegaba furibundo de su mujer; desde el balcón imploraba el auxilio de Dios..., y de balcón á balcón se enredaba un diálogo animadísimo que entretenía, por espacio de media hora, á las gentes de la calle.

A pesar de las amonestaciones y malos tratos de su hija, Barinaga no había querido pasarse al partido contrario; se había hecho libre-pensador y renegaba de todo el culto y de todo el clero. Nada, nada; repetía, todos son iguales; lo que dice don Pompeyo Guimarán; el mal está en la raíz; ¡fuego en la raíz! ¡abajo la clerigalla!». Y cuanto más borracho, más de raíz quería cortar.

El pomposísimo Cicerón, en sus días de murria, cuando no tenía un real, y se olvidaba de los grandes autores del siglo de Augusto, y renegaba de Villaverde, y no se le daba un ardite la susodicha empresa del glorioso blasón, me decía de sus paisanos: ¡Unos verónicos! ¡Unos verónicos! ¡Ni buenos ni malos! ¡Para ellos... ¡ni pena ni gloria!

Deseó prolongar hasta el último extremo su vida con él. ¡Si se hubiese hecho soldado cuando vivían separados y ella renegaba de su maternidad!... Pero iba á perderlo en el momento más plácido de su existencia, cuando se creía al lado de Jorge para siempre. No tardó mucho en ser piloto. ¡Cómo aborrecí la facilidad con que dominaba el manejo de los aparatos!

A la luz del sol, que tamizaban los visillos carmesíes, Julián vio las pupilas dilatadas de la señorita, sus entreabiertos labios, sus enarcadas cejas, la expresión de mortal terror pintada en su rostro. Tengo mucho miedo repitió estremeciéndose. Renegaba Julián de su sosera. ¡Cuánto daría por ser elocuente! Y no se le ocurría nada, nada.

La comare, que había hecho milagros, renegaba de su sabiduría si antes de dos días no lograba deshacer la bola de fuego que ahogaba a la muchacha. Y los dos días transcurrieron, y otros dos más, sin que la pobre Mari-Cruz experimentase alivio. Alcaparrón seguía sollozando fuera de la gañanía, para que no le oyese la enferma. ¡Cada vez peor! ¡No podía estar acostada! ¡se ahogaba!

Medio ahogándose, iba y venía de un cuarto a otro y renegaba de todo y de todos: de la clínica, del personal, de la enfermera, que se dormía en vez de velar. Cuando entró el doctor, le recibió lleno de ira. ¡Tiene gracia esta casa de locos! gritaba sin dejar de andar . ¡Vaya una casa de locos! Ni siquiera cierran las puertas de noche, y cualquiera... si le da la gana... ¡Me quejaré!

A lo menos, Lázaro, eres en más cargo al vino que a tu padre, porque él una vez te engendró; mas el vino mil te ha dado la vida," Y luego contaba cuántas veces me había descalabrado y arpado la cara, y con vino luego sanaba. "Yo te digo, dijo, que si hombre en el mundo ha de ser bienaventurado con vino, que serás ." Y reían mucho los que me lavaban con esto; aunque yo renegaba.

Palabra del Dia

commiserit

Otros Mirando