Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 29 de mayo de 2025
9 mas ahora, habiendo conocido a Dios, o más bien, siendo conocidos de Dios, ¿cómo os volvéis de nuevo a los débiles y pobres elementos, en los cuales queréis volver a servir? 10 Guardáis días, y meses, y tiempos, y años. 11 Temo por vosotros, que haya trabajado en vano en vosotros. 12 Hermanos, os ruego, sed como yo, porque yo soy como vosotros; ningún agravio me habéis hecho.
¿Y cómo? Escapándome. Os juro que no os escaparéis. Lo veremos. ¿Y cómo haréis para escaparos? yo os guardaré por mí misma; viviré con vos, comeré con vos... ni de día ni de noche me separaré de vos. Me escaparé. Queréis asustarme, pero no lo conseguís. Si vos sois valiente y resuelto, yo no lo soy menos. Ello dirá. Pues va á decirlo pronto. El coche se para. Hemos llegado.
CLEOPATRA. ¡Vuestra opinión me tiene completamente sin cuidado! Y no hablemos más del asunto. Os ruego, señor, que nos digáis, leal y francamente, qué queréis de nosotras. Los demás romanos se ríen también. CLEOPATRA. ¡Vaya una respuesta! ¡Es innoble! Os pregunto: ¿Qué queréis de nosotras? ¿Qué esperáis obtener? Creo que no ignoráis que todas somos casadas.
19 Pero iré presto a vosotros, si el Señor quisiere; y conoceré, no las palabras de los que andan envanecidos, sino la virtud. 20 Porque el Reino de Dios no consiste en palabras, sino en virtud. 21 ¿Qué queréis? ¿Iré a vosotros con vara, o con caridad y espíritu de mansedumbre?
No, se llevará de casa. Pero es indispensable buscar otra cosa, para lo cual no dudo que necesitáreis mucho dinero. ¿Qué cosa, señora? Un veneno que mate como un rayo. Y al decir estas palabras Dorotea, se cubrió el rostro con las manos y rompio á llorar. ¡Un veneno, señora! exclamó aterrado el cocinero ; ¡un veneno! ¿y para qué le queréis?
Y volviendo la espalda al sobrino de su tío, se embozó en su ferreruelo, y se fué derecho á un maestresala que cruzaba por la antecámara. Al ver el maestresala que se le venía encima una figura negra y embozada, donde todos estaban descubiertos, dió un paso atrás. No soy dueña dijo Quevedo. ¿Qué queréis? dijo el maestresala con acento destemplado.
Esto no está bien, no está bien, y espero que os corrijáis, si no queréis ser los sepulcros blanqueados de que nos habla el Evangelio, llenos de podredumbre, me entiende usted, y de inmundicia por dentro, y limpios por fuera... eso es...
¿Qué queréis, don Francisco, qué deseáis? ¿con qué noble premio se os puede comprar? ¿Queréis que sea vuestro amigo?
Luego, dirigiéndose a su hermana: Vamos, Zuzie, no me pongáis mala cara porque he sido un poco... sabéis que acostumbro a ser un poco... Quedémonos, ¿queréis? Descansaremos pasando aquí una hora tranquilamente.
¡Ah! dijo fray Luis ¿y cuál de las dos carreras queréis seguir, la civil ó la eclesiástica? Ninguna de las dos. ¡Cómo! ¿Entonces para qué habéis estudiado? Por estudiar. Y bien, ¿qué queréis ser? Soldado. ¡Soldado! Sí; sí, señor, soldado de la guardia española, junto á la persona del rey. He aquí, he aquí lo que son en general los españoles: quieren ser aquello para que no sirven.
Palabra del Dia
Otros Mirando