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Actualizado: 31 de mayo de 2025
»Hoy le he visto venir tan regocijado que me privé de entrar en la habitación de mi hija para no obligarles a que se hiciesen violencia delante de mí. »¡Ah! Son tan escasos en la vida estos momentos que, como dicen muy bien los italianos, es un crimen ponerles tasa cuando se tiene la dicha de disfrutarlos. »Unos minutos después paseaban los dos por el jardín. Este es su edén.
Además, ¿quién nos dice que quiere volver, si sabemos que por su voluntad se ha ido? Le gusta andar de pingo, y no hará usted carrera de ella como la prive de estarse la mitad del día tomando medida a las calles». Para no perder ripio, insistió Juliana en la recomendación que ya había hecho a su suegra de una buena criada para todo.
Ni quiere decir esto que la circunstancia de estar comprendidos en un ciclo, prive a los poetas de originalidad. No hablamos aquí, ni valiera la pena de que hablásemos, de aquellos que rastrean servilmente la pista del maestro para posar sus pies en las huellas que va dejando, porque no merecen los tales nombre de poetas.
Y cuando los tenderos se alejaron un poco en dirección a otro grupo de parroquianas, la marquesa siguió catequizando a su amiga con este susurro: No se prive usted de comprarla si le gusta... y en verdad, es muy barata... Basta que venga usted conmigo para que no tenga necesidad de pagarla ahora. Yo tengo aquí mucho crédito.
No llega por lo comun á tan alto grado la exaltacion de nuestros afectos, que nos prive completamente del uso de la razon; para semejantes casos no hay nada que prescribir; porque entónces hay la enajenacion mental, sea duradera ó momentánea. Lo que hacen ordinariamente las pasiones es ofuscar nuestro entendimiento, torcer el juicio; pero no cegar del todo aquel, ni destituirnos de este.
Pero en la guerra se vive como se puede y aquí estamos sitiados. Rafael admiraba los hoyuelos que una risa graciosa trazaba en aquellas mejillas; la luminosa dentadura, que parecía temblar en su estuche de rosa. A ver, Cupido; fuera pronto ese traje; no quiero que por mí pille usted una pulmonía que prive a la ciudad de su principal regocijo.
La señorita Beaudoin se habrá alegrado de su accidente de usted, pues la habría reemplazado de mala gana... La verdad es que nuestra señorita Blanca está tan linda que da gusto verla... Si lo desea usted, no se prive de ir a verla, Marcial, mientras yo timbro el correo... ¿No quiere usted que la ayude? Es inútil; acérqueme usted nada más la mesa... ¡Ajajá! Ya tengo todo lo que necesito.
El joven le pidió las ideas que habían de servirle de guía, la trama poderosa, sobre la cual no tendría él otro quehacer que alinear palabras con la pluma: «coser y cantar», como decía el personaje. El libro dijo éste podría titularse El verdadero socialismo; pero si usted encuentra otro título más bonito, por mí no se prive usted; yo no tengo en esto empeños de amor propio.
Al día siguiente cuando se levantó, observó que la funda de cuero de su revólver estaba vacía: abrióla y dentro encontró una papel que contenía el relicario de oro con las esmeraldas y brillantes y algunas líneas escritas en tagalo que decían: «Perdonareis, señor, que estando en mi casa os prive de lo que es vuestro, mas, la necesidad me obliga, y en cambio de vuestro revólver os dejo el relicario que tanto deseabais.
Filipinas tuvo desde sus primeros días los suyos, que trataban con los Reyes y el Papa de las necesidades del país; los tuvo en los momentos críticos de España, cuando ésta gemía bajo el yugo napoleónico, y no se aprovecharon de la desgracia de la Metrópoli como otras colonias, sino que estrecharon más los vínculos que las unían á la Nación, dando pruebas de su lealtad; continuaron hasta muchos años después ... ¿Qué crimen han cometido las Islas para que así se las prive de sus derechos.
Palabra del Dia
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