Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 20 de junio de 2025
Tardó poco la mozuela, que no se llamaba Amarilis, ni Mirtale sino Pepa, en traer un tarro de miel, un queso, pan moreno de la tierra y vino de Castilla. La miel era de las colmenas que cerca de la casa poseía D. César.
No obstante su atareado vivir, la encajera gastaba humor apacible e inalterable y poseía la dulzura de las personas melancólicas, una benevolencia claustral.
Cada tablón en que sentaban el pie se alzaba y blandía, descubriendo abajo la negra profundidad de la bodega, con sus cubas vestidas de telarañas. Atravesaron impávidos el abismo y penetraron en la sala, que al menos poseía un piso clavado, aunque en muchos sitios roto y en todos casi reducido a polvo sutil por el taladro de los insectos. Nucha se quedó inmóvil de sorpresa.
Era gran tirador según observé a los primeros golpes; y como yo no poseía en tal alto grado los secretos del arte y él no tenía entonces en su cerebro todo aquel buen asiento y equilibrio que indican una organización educada en la sobriedad, jugaba con gran pesadez de brazo, haciéndome más daño del que correspondía a un simple entretenimiento.
32 Y de la multitud de los que habían creído era un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo algo de lo que poseía; mas todas las cosas les eran comunes. 33 Y los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús con gran poder; y gran gracia era sobre todos ellos.
Sólo le había hablado una o dos veces en las funciones del asilo, así como por entrometimiento y oficiosidad, y cuando en dichas fiestas veíala rodeada de damas de la grandeza y de señoronas ricas, que tenían el coche a la puerta, doña Lupe habría dado el único pecho que poseía por meter las narices entre aquella gente, codearse con ellas y mangonear en los petitorios.
No era, sin embargo, un ángel; encontraba bonitas y graciosas a las muchachas de Souvigny, y cuando le permitían que les dijera frases amables, las decía con gusto, pero en cuanto a tomar por amor fantasías pasajeras, que no dejaban en su corazón la más leve o superficial agitación, nunca lo había pensado. Pablo de Lavardens poseía maravillosas facultades de entusiasmo e idealización.
Juanita ha legado, al morir, a su hermana todos los bienes de que ella podía disponer; todos los que poseía en el reino de Nápoles, que son de mucha consideración.
A semejanza de Diógenes, siempre andaba buscando un hombre. ¿Blanca? La hermosura sin alma, la coquetería sin delicadeza. Poseía la ciencia de vestirse e ignoraba el arte de desnudarse. Margarita..., Paz..., Asunción...; profesionales vulgares que no sabían más que entregarse como insensible mercancía a tantos o cuantos duros vista. ¡No! Ninguna le servía.
Con la gran flexibilidad, con la finura que poseía bajo su corteza ruda, supo ponerle de buen temple loando su previsión en cierto negocio fracasado donde no se dejó coger, desollando a otros negociantes enemigos y reconociéndole tácitamente sobre ellos superioridad de talento y penetración.
Palabra del Dia
Otros Mirando