Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 25 de junio de 2025
Mi novia, es decir, mi pretendida, era una niña encantadora llamada Clarita. Conmovida por mis miradas incendiarias, me ofreció su casa, y su madre me invitó a comer. Mi nave iba viento en popa... Durante la comida dije a la niña muchas ternezas.
Unos cuantos metros más lejos, un yate blanco, armado en goleta, de poca altura sobre el agua y cortado para carreras, levantaba su chimenea amarilla por la que se escapaba un ligero penacho de humo: En el palo de popa flotaba la bandera inglesa y el movimiento de la tripulación en el puente indicaba que el navío tenía sus calderas encendidas y estaba pronto á marchar.
Si se pudiera tapar el boquete... Y ¿dónde está? ¿Por qué no nos habremos dado cuenta antes de este desastre? Podemos buscarlo. Hasta ahora no hay más que tres pies de agua, y... ¡Silencio! El Capitán se había inclinado hacia el agua, aguzando el oído. Hacia popa se oía un sordo murmullo, que parecía producido por una corriente de agua. ¡Aquí está! dijo . Baja, Lu-Hang.
El olor de droguería de la pólvora sin humo, el estrépito seco de las detonaciones, parecían embriagarle. Saltaba y manoteaba con el ardor de una danza guerrera. Los artilleros de popa redoblaron su actividad: los disparos eran continuos. ¡Ya está! gritó Caragòl . Lo han tocado... ¡lo han tocado! En todo el buque era él quien menos podía apreciar los efectos del tiro.
Una de las balas tocó en el casco del buque y abrió en él ancho agujero, aunque por fortuna muy sobre la línea de flotación, cerca de la popa. Sólo con mar muy alborotado y con arfar muy violento podría la nave hacer agua. Nada contestó Morsamor a aquel daño y a aquel ultraje.
Algo como la tos prolongada de un gigante resfriado, algo como debe ser el quejido de una foca a la que arrebatan sus chicuelos, llegó a nuestros oídos, y todos los muchachos del servicio de a bordo gritaron en coro: «¡El Montoya!» Es necesario saber que, siendo el Montoya de la misma compañía y teniendo nosotros la bandera a media asta en popa, lo que era pedirle se detuviera, éranos lícito regocijarnos en la esperanza del transbordo.
Saber el pasado y el porvenir, nada más que eso, mi digna madre; eso es tan fácil como hacer diez nudos con el viento en popa respondió Kernok jugando con los cordones de su puñal. ¿Tu mano? Ahí va; y me atrevo a decir que no hay otra más fuerte ni más ágil. ¡A ver, pues, lo que lees en ella, vieja hada!
Y se puso a la obra, y desenterró poco más de cien peluconas, de esas que bajo el Indiae et Hispaniarum Rex lucían el busto de Carlos III o Carlos IV. Román volvió a habilitar la tienda, y su comercio de platería marchó viento en popa.
Dobló su chaqueta sobre la popa y puso entre los pliegues á los dos pigmeos. Luego siguió remando, de pie y con la vista fija en la línea de escollos, para enfilar á tiempo los callejones de espuma hirviente abiertos en ella. El bote se levantó sobre las olas y volvió á caer, tocando varias veces con su quilla los obstáculos invisibles.
Por los dibujos así como por los tratados de construcción citados se advierte que eran las extremidades llenas, pero de mucho vacío en la popa, formada sobre un dormido cuya forma indica el diseño adjunto. La cuaderna maestra era muy llana desde la flotación hacia abajo y cerraba un poco de boca.
Palabra del Dia
Otros Mirando