Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 5 de junio de 2025


Me llevarás mañana un pañuelo imitando Cluny.... ¡La de las puntillas! exclamó doña Dolores . ¡Buena pieza! Ahora las hacéis muy mal, y tu tía.... Ponéis hilo muy gordo. ¡Se ve tan poco... los días son tan cortos! Y tiene una las manos frías; en hacer una cuarta de puntilla se va una mañana. Casi, descontando lo que nos cuesta el hilo, no sacamos para arrimar el puchero a la lumbre....

Al sexto, Fortunata le miraba con atención cortés cuando decía algo; al sétimo, Maxi opinaba como ella en toda discusión que en la mesa se trabase; al octavo le daba una palmadita en el hombro; al noveno la señora de Rubín se interesaba porque su marido se abrigase bien al salir, y al décimo estuvieron como un cuarto de hora secreteándose a solas en un rincón de la sala; al undécimo Maxi le apretó mucho la mano al entrar, y al duodécimo exclamó doña Lupe como sacerdote que entona el hosanna: «Vaya que os ponéis babosos.

¿Cómo puedo proporcionarme ese dinero? dijo Godfrey, trémulo de rabia . No tengo oficio ni beneficio. Y vos mentís al decir que os deslizaríais en mi lugar; os haríais echar vos también, nada más. Porque si vos os ponéis a llevar chismes, yo haré otro tanto. Bob es el hijo favorito, lo sabéis perfectamente. Mi padre se daría por muy satisfecho con no volveros a ver.

En esto llegó la hora de retirarse. Cuando el duque se acercó a la condesa para despedirse, esta levantó el dedo con aire de amenaza. ¿Qué significa eso? preguntó el duque. Nada, nada contestó ella ; esto significa ¡cuidado! ¿Cuidado? ¿De qué? ¿Fingís que no me entendéis? No hay peor sordo que el que no quiere oír. Me ponéis en ascuas, condesa. Tanto mejor. ¿Queréis, por Dios, explicaros?

Selló una y otra vez Cervantes los labios de Margarita, libando la ambrosia de su aliento, y reparándose al cabo y pensando en que de aquel su olvido y arrebato podía haber ocultado cuidadosos testigos la espesura, de sus brazos dulcemente separó a Margarita, y la dijo: Vuestro esposo soy; de ello no podéis tener duda, si no es que en duda ponéis mi hidalguía y mis cristianos pensamientos; y puesto que esto no tiene ya remedio, ni yo deseo que lo tenga, ni arrepentido estoy de haber llegado al punto a que me ha convidado mi por vos próspera fortuna, disimulemos, que a vuestra honra y a la mía el disimulo conviene; que no hay para qué de vos se hable ni de se diga que no he tenido valor para contener los impulsos de este violento corazón mío, que tan presto, de tal manera y para siempre, habéis hecho vuestro.

No envidiéis la suerte de los artistas; sufren hasta en sus triunfos. El brillo de algunos está sobradamente compensado con las tristezas de otros muchos. En resumen, dan más de lo que reciben y si ponéis en una balanza de equidad de una parte el talento del artista y de otra los bravos y el dinero de los espectadores, pesará más, ciertamente, el talento.

Con muchas cuentas como ésta os ponéis rico. Vaya en paz vuesa merced dijo socarronamente al cocinero mayor. ¡A palacio! dijo Montiño á los suyos. Y se puso en marcha delante de ellos. El joven estaba aturdido. No de orgullo, sino por el contrario, de abatimiento.

Palabra del Dia

lanterna

Otros Mirando