Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 27 de mayo de 2025
En fin, no es cosa de que nos pongamos a reñir por quién peca menos... ¿le parece a usted? dijo la fundadora, uniendo la cortesía a la modestia, y permitiéndose el característico guiñar de ojos, un tanto picaresco . Mi lema es este: «haga cada uno lo que pueda y lo que sepa, y Dios verá». Eso mismo pienso yo... Conque, usted me dispensará... tengo mucho que hacer. Hasta mañana; no faltar...
Con el beneplácito y auxilio de Clarín, establezco el teatro normal ó modelo, y le establezco en principio, para lo cual nuestra voluntad basta y sobra, sin que tengamos necesidad de dinero, ó de lo que en cierto lenguaje picaresco se llama caballo blanco.
Un lunar con pelo en la parte inferior de la cara daba a nuestra recién llegada un aire picaresco de coqueta retirada. Acompañábanla dos muchachas de aspecto poco distinguido, pero llenas de arrumacos y perendengues, con unos cuerpos bien trazados, y unos bustos en los cuales la Naturaleza o el arte habían abusado con cierta insolencia de una inclinación marcada a la exuberancia.
Venturita le dijo con acento picaresco: Ahora, pon debajo quién es. El joven levantó la cabeza y sus miradas chocaron sonrientes. Luego, con viveza y decisión, escribió debajo de la figura: Lo que más quiero en el mundo. Venturita tomó el papel entre las manos y lo contempló unos instantes con deleite.
Doña Carolina se inclinó hacia el oído de su hija Carlota, y le dijo en voz baja, aunque no lo bastante para no ser oída de Mario: Por mi gusto, querida, estaríamos aquí un ratito más; pero ya ves, tu papá acostumbra a retirarse a esta hora... y ahora más que nunca necesitamos tenerle contento, ¿verdad? añadió con un guiño picaresco.
Era traviesa y un tanto coqueta la rapaza y era el capellán peritísimo en las lides de amor. Así es que en cuanto se hallaban juntos comenzaba un tiroteo gentil donde si él lucía su destreza y sus recursos galantes, ella mostraba su fácil palabra y su ingenio picaresco.
Sarrió es gordo y bajo; tiene los ojos chiquitos y bailadores, llena la cara, tintadas las mejillas de vivos rojos. Y su boca se contrae en un gesto picaresco y tímido, apocado y audaz, un gesto como el de los niños cuando persiguen una mariposa y van a echarle la mano encima. Sarrió lleva, a veces, un sombrero hongo un poco en punta; otras, una antigua gorra con dos cintitas detrás colgando.
Su acento era gracioso y picaresco; su voz escasa, pero argentina, juvenil, y no viciada por los esfuerzos ni la mala enseñanza. No era voz potente ni de gran extensión, pero sí dulcísima, alegre y fresca, como debieron de ser las de aquellas ninfas que en la antigüedad jugueteaban llamando a su compañera Eco, corriendo y ocultándose tras los troncos de los bosques sagrados.
Era un retrato de mujer, en cuyo agraciado rostro hacía contraste la sonrisa de los labios frescos con la melancolía de los ojos pardos, debajo de las cejas más galanas que han podido verse. Resultaba una doble expresión de enamorada y de burlona, y allí se echaba de ver el sentimiento hondo y fuerte, mal disimulado con la hipocresía de un carácter superficialmente picaresco.
Le desolaba... le desolaba... es por eso por lo que embruteció a mi camarada para hacerle dejar al presbiterio veinte fanegas de sus mejores prados. Aquí Grano de Sal alargó inverosímilmente el labio inferior guiñando los ojos, miró al maestro Durand con el aire más picaresco, más malicioso, más burlón que fuera posible imaginar, moviendo negativamente la cabeza.
Palabra del Dia
Otros Mirando