Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 20 de junio de 2025


Durante la nueva convalecencia no fue impertinente. No se quejaba; todo estaba bien; no se permitía excesos. En el círculo aristocrático de Vetusta, a que pertenecían naturalmente las señoritas de Ozores, no se hablaba más que de la abnegación de estas santas mujeres.

Yo tendré ojos, Nela, tendré ojos para poder recrearme en tu celestial hermosura, y entonces me casaré contigo. ¡Serás mi esposa querida... serás la vida de mi vida, el recreo y el orgullo de mi alma! ¿No dices nada a esto? La Nela oprimió contra la hermosa cabeza del joven. Quiso hablar, pero su emoción no se lo permitía.

Por encima de las botellas, por encima del estante, por encima de los hombros del amo, se veía saltar un gato enorme, que pasaba la mayor parte del día acurrucado en un rincón, durmiendo el sueño de la felicidad y de la hartura. Era un gato prudente, que jamás interrumpía la discusión, ni se permitía maullar ni derribar ninguna botella en los momentos críticos. Este gato se llamaba Robespierre.

La cocina era inmensa, y la hacía parecer mayor aún de lo que era el negro brillante de sus paredes, que no permitía ver líneas ni contornos, ni, por consiguiente, dónde concluían el techo y el pavimento y comenzaba la obscuridad del vacío. ¡Y grande necesitaba ser aquella pieza para contener lo que contenía!

Todo aquel fárrago de sentencias estéticas lo guardaba con las cartas y los mechones de pelo. Doña Casta no permitía aún al apreciable joven entrar en la casa.

La marea baja permitía ver en el límite espumoso de las olas y el último escalón de la ribera, el triste lecho del Océano pavimentado de rocas y tapizado de vegetaciones negruzcas. Charcos de agua reflejaban la luz a lo lejos, y dos o tres hombres que buscaban cangrejos, tan pequeños que podían ser confundidos con pájaros pescadores, vagaban, casi imperceptibles alrededor de las limosas lagunas.

Y á pesar de todo, era un hecho real que á los ojos de las mismas personas que así hablaban, la letra escarlata producía un efecto parecido al de la cruz en el pecho de una monja, comunicando á la que la llevaba una especie de santidad, que le permitía atravesar con toda seguridad por en medio de cualquier clase de peligro. Si hubiera caído entre ladrones, la habría protegido.

No había tenido novio aún, ni su madre se lo permitía. Diferentes moscones revoloteaban alrededor de ella, sin resultado. La mamá tenía sus proyectos, y empezaba a tirar acertadas líneas para realizarlos. Las familias de Santa Cruz y Arnaiz se trataban con amistad casi íntima, y además tenían vínculos de parentesco con los Trujillos.

»Añadamos que Alejo era miope: el estudio y las vigilias habían aumentado esta flaqueza que no le permitía distinguir tres sobre un asno. También hubo de notar que no era su talle tan airoso como desde las boreales regiones de Alejo parecía, y que la nariz estaba teñida de un ligero rosicler, no suficiente á disimular su magnitud.

Aunque su tío Rafael le había asegurado que en durmiendo la mona recordaría la sagrada promesa que le había hecho, su inquietud no le permitía esperar con calma al día siguiente. Ansiaba que por cualquier medio recobrase la razón y con ella la conciencia de sus obligaciones.

Palabra del Dia

rigoleto

Otros Mirando