United States or Montenegro ? Vote for the TOP Country of the Week !


Choque usted esos cincoMas apenas le había dado cuenta sucinta de mis amores, y cuando empezaba, con verdadera sed de confidencias, a narrar los para interesantísimos pormenores, observé que se quedaba distraído, con la mirada perdida en el vacío, y que una sonrisa de bienaventurado iba iluminando poco a poco su rostro varonil.

Se dedicó al adobo de pieles en ámbar con que hacer guantes , á la preparación de perfumes y aun de mondadientes, lisonjeando la vanidad incurable con ejemplos de mayor desventura. «Dionisio el tirano, habiendo perdido su reino, dió en ser maestro de escuela por pasar la pérdida mejor con oficio en algo semejante de mandar y castigar; él daba en maestro de plumas por conservar los dientes para morder como herido .

La naturaleza, lánguida y enclenque entonces, iba quedándose, como si dijáramos, en cueros vivos; las brisas eran más frescas, y en lugar del sonido armónico y majestuoso que formaban perdidas entre el follaje de junio, gemían lastimeras al chocar contra los escuetos miembros de los árboles; lloraban fatídicas, como si fueran la voz de la naturaleza que lamentara la pérdida de sus risueñas galas.

Nada fué bastante para hacer decaer su ánimo. Oia con serenidad las trágicas relaciones de los que se le unian: hacia concebir á los tímidos nuevos pensamientos y esperanzas, ponderándoles cuanto valia aquel corto número de hombres, por su disciplina y por sus armas, y reflexionando importaba poco se sacrificase él y todos los suyos, cuando se trataba de evitar la pérdida de todo el reino, y tal vez podria cortar los progresos de la rebelion que estaba en sus principios en aquellas provincias, con algunos movimientos y maniobras del arte militar que supliesen el número y debilidad de sus fuerzas, echó la suerte, y resolvió vencer ó morir, y dirigirse á evitar el riesgo inmediato y cierto, abandonando á la fortuna el que estaba mas distante y dudoso.

Por ella se paseaban gravemente dos o tres docenas de personas, revelando en la mirada vaga y perdida más atención a lo que en el interior de su estómago acaecía que al discurso o al paso de sus compañeros de paseo.

?Mi vida? yo os la abandono. Yo he venido para procurar vuestra salvacion y no vuestra perdida... No quisiera penetrar los secretos de vuestra alma; pero si lo que se dice es cierto, todavia es tiempo de hacer penitencia y de impetrar misericordia; reconciliaos con la verdadera iglesia, y esta os reconciliara con el cielo. Os entiendo; ved mi respuesta.

Al llegar aquí, el golpe de un peso que cayó, chocando con mi rodilla, me hizo levantar la vista de la carta. El soldado que formaba junto a , herido mortalmente por una bala perdida, había rodado al suelo. En aquel intervalo vi hacia el frente, envueltas en espeso humo, las columnas francesas que venían a atacar el centro. Pero mi ánimo no estaba para fijar la atención en aquello.

«Fué aquella dice el poeta, mi entrada en la escuela de la pacienciaTranscurrieron dos años. El poeta se hallaba en Luchon cuando el bondadoso Claretie le escribió rogándole que fuese á París, sin pérdida de tiempo, para leer su comedia á la compañía.

Otras veces, la atonía de la fibra se espresa por afecciones nerviosas, por desórdenes funcionales, por espasmos pasivos, por la debilidad de los tejidos y la pérdida de su contractilidad.

Pasadas aquellas fuertes emociones, mi amo cayó en profunda melancolía; apenas hablaba; diríase que su alma, perdida la última ilusión, había liquidado toda clase de cuentas con el mundo y se preparaba para el último viaje. La definitiva ausencia de Marcial le quitaba el único amigo de aquella su infantil senectud, y no teniendo con quién jugar a los barquitos, se consumía en honda tristeza.