Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 8 de noviembre de 2025
Estos días han sido de prueba para la bondad del Señor. ¡Lo que habrán ofendido su santo nombre en las fiestas de máscaras! ¡Los pecados con que habrán puesto a prueba su bondad infinita!... Ahora es el buen momento: el del cansancio y el desengaño.
8 El que aumenta sus riquezas con usura y recambio, para que se dé a los pobres las allega. 13 El que encubre sus pecados, no prosperará; mas el que los confiesa y se aparta, alcanzará misericordia. 17 El hombre que hace violencia con sangre de persona, huirá hasta el sepulcro, y nadie le sustentará. 18 El que camina en integridad, será salvo; mas el de perversos caminos caerá en alguno.
8 Y conociendo luego Jesús en su Espíritu que pensaban esto dentro de sí, les dijo: ¿Por qué pensáis estas cosas en vuestros corazones? 9 ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: Tus pecados te son perdonados, o decirle: Levántate, y toma tu lecho y anda? 11 A ti te digo: Levántate, y toma tu lecho, y vete a tu casa. 13 Y volvió a salir al mar, y toda la multitud venía a él, y les enseñaba.
Extraño es dijo fray Domingo que afirme todo eso vuestra reverencia por meras conjeturas. No son meras conjeturas repuso fray Antonio. Aunque por mis pecados nunca he sido digno de tener revelaciones sobrenaturales, lo que es naturales las tengo con frecuencia, y tal es el caso de ahora. Aquí estamos solos y puedo hablar con libertad, confiando en el indispensable sigilo.
Ellos en aquesto estando enbjaronle a llamar. Vamonos, dixo, amigo, vamonos, dixo, a çenar; de que ovjeremos çenado dios dixo lo que será; desque ovjeron çenado tomó libros en sus manos y començó de Rezar; a los pecados mayores enpeçolos de llamar: ¿Qué es de ti, berzebu, qué es de ti, barravas, qué es de ti, diablo coxuelo, que eras tú el juglar?...»
Decía con voz ronca, rematando en chillido: «¡Acordaos siervos de Jesucristo, del castigado del Señor por sus pecados! ¡Dalde al pobre lo que Dios reciba!» Y añadía: «¡Por el buen Jesú!»; y ganaba que era un juicio. Yo advertí, y no dije más Jesús, sino quitábale la s, y movía a más devoción. Al fin, yo mudé de frasecicas y cogía maravillosa mosca.
¡Mi conciencia!... esto sí que es raro... se lo cuento a usted como pasó... no se me alborotaba cuando cometía yo aquellos pecados tan refeos... Le diré a usted más, aunque se horrorice... mi conciencia me aprobaba... vamos al caso, me decía una cosa muy atroz, me decía que mi verdadero marido... No siga usted interrumpió la santa alarmadísima, creyendo sentir ruido en la alcoba. Es horrible.
Yo podré llevar entonces mi familia a la viña, sin miedo a que los míos se rocen con una desdichada que ha cometido el más torpe de los pecados, y ella vivirá como una gran señora, como una esposa distinguida de Dios, rodeada de toda clase de comodidades, ¡hasta con criadas, Fermín!, y ya ves que esto vale algo más que quedarse en Marchamalo guisando la comida de los viñadores.
Luego, al volver á la estancia, encontraba al viejo malhumorado, silencioso, mirando con fijeza ante él, como si contemplase algo invisible para los demás, y diciendo de pronto: «Es un castigo: el castigo de mis pecados.» El recuerdo de sus primeras relaciones con el alemán, antes de llevarlo á la estancia, le atormentaba como un remordimiento.
Quien hubiera podido retratarles de cuerpo entero era Severiana, la criada, infeliz mujer obligada a servirles y aguantarles por la más triste de las causas. ¡Y pobre de ella como Damián y Casilda llegaran a enterarse! De fijo la despedirían sin compasión ni remordimiento. ¡Buenos eran, tratándose de ciertos pecados!
Palabra del Dia
Otros Mirando