Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 1 de mayo de 2025
Los españoles peninsulares, sin menospreciarnos ni ofendernos, podremos llamar á Bolívar gran capitán, héroe, eminente político, ilustre y valeroso personaje; en suma, todo lo que se quiera menos Libertador, porque esto sería confesar y creer lo que no creemos; que nosotros somos unos tiranos inícuos de quienes conviene libertarse.
Los moros escopeteros, después de consumir toda la pólvora, no podían ofendernos, atajados por nuestras picas; pero uno de ellos, cosa de no creerse, hincose él mesmo en el vientre la mía, y dando de esta suerte varios pasos ensartado, como lo digo, logró llegarse hasta mí y alargarme, ¡pesia a tal!, una cuchillada bien bellaca en la frente. ¡Dejemos esto! exclamó por fin, con el semblante alterado por el rencor, y sentándose otra vez en el cofre.
Y como hemos hablado todo lo que teníamos que hablar, y como yo estoy contenta todo cuanto puedo porque os castigo, no hablemos más, que si más hablamos no haremos más que ofendernos. Os voy á dar un consejo. ¿Cuál? Que dejéis para más tarde vuestra venganza, ó que os venguéis de otro. No os comprendo. Han levantado el destierro á vuestro marido. Guardó la condesa un silencio de espanto.
Todos callábamos: los madrileños, porque una indefinible envidia de aquella tranquila existencia nos hacía contemplar con odio la vida febril de la corte á que estábamos condenados.....; y los salmantinos, porque adivinaban lo que sentíamos y temían acaso ofendernos dándose por entendidos de nuestra emoción ó elogiando aquella solemne paz de la Naturaleza, que no volveríamos á gozar en mucho tiempo..... ¡No; no volveríamos á gozarla, puesto que á la tarde siguiente, á aquella misma hora, estaríamos otra vez camino de Madrid, y puesto que Madrid es una máquina neumática para los mejores sentimientos del corazón humano!.....
Pero tú, ¿por qué me quieres? Soy extraño a cuanto te rodea, vives en una atmósfera de lujo que casi desconozco, como yo vivo entre privaciones que tú no puedes calcular, y ojalá te sean siempre ajenas; el menor de tus caprichos no podría yo satisfacerlo con muchas semanas de trabajo; las gentes que te hablan han de usar un lenguaje hasta despreciativo para las que están en situación análoga a la mía; si entraras en casa de mis padres y vieses estas paredes, estos muebles, dudarías si ofrecer dinero por lástima o disimular lo que notares, por imaginar que podías ofendernos señalando tanta escasez: y, a pesar de todo, dices que el mejor sitio de tu corazón es para mi cariño, y me has enseñado cartas mías con mi nombre borrado con tus besos. ¡Bendita seas!
Los cómicos le dejaron ir, pero miraron a Mochi como preguntándole algo que él debía adivinar. Mochi, risueño, tranquilo, retorciéndose el afilado bigote, adivinó en efecto, y dijo: ¡Oh, señores, no hay cuidado! Palabra de rey; aquí le conocen y saben que no hay dinero más seguro que el del Sr. Reyes. Si no ha pagado ahora mismo, habrá sido por olvido... o por no ofendernos.
Palabra del Dia
Otros Mirando