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Actualizado: 8 de julio de 2025
Interrumpiose para almorzar, y después, casi a la fuerza, la obligó la mamá a descansar un buen rato. Quísola llevar de paseo en carruaje; pero la niña se resistió de tal modo, que también la señora se quedó en casa. Y en cuanto pudo, volvió Lita al trabajo, y lo continuaba, aunque con los intervalos que su mamá le imponía...
Esto obligó á S. Gerónimo á contarle entre los Escritores Eclesiásticos, y á tener por verdaderas las cartas de S. Pablo á Séneca; mas los Críticos modernos no dudan que son apócrifas.
Al fin cayó con un fuerte ataque del que por fortuna salió pronto. Después vino el aplanamiento que le obligó a guardar cama tres o cuatro días. Por último, el tiempo fué ejerciendo su operación sedante. A los quince días estaba bueno, aunque bajo el peso de un abatimiento grande que en vano lucharon sus parientes y amigos por aliviar.
Una noche, el doctor Núñez, a quien había pedido me explicase la filiación de algunas aberraciones en la organización política de Colombia, lo hacía de tal manera, que me obligó a preguntarle: ¿Pero dónde ha aprendido usted tan a fondo la historia argentina?
Se sonrió recordando que cierto día en que llevaba aquel mismo vestido quiso a toda costa jugar al viajero en el desierto, y para esto obligó al pobre muchacho a hacer el papel ingrato de dromedario.
El enemigo, al ver mi actitud, retrocedió lleno de espanto, y he aquí cómo sin efusión de sangre se les obligó a la retirada. Amaranta no podía contener la risa oyendo la disputa entre los dos vejetes. Antes de que ésta concluyera, entró la de Leiva y dijo: Acaba de llegar la Gaceta Ministerial de Sevilla. Creo que hoy trae la noticia de que ha muerto Napoleón. ¡Jesús! ¿Qué dice usted?
Este les hacía frente con sin igual destreza y brío, y por un momento los obligó a retroceder. Aquella pausa le bastó para saltar sobre el antepecho de la ventana, blandiendo su espada, sonriente, ebrio de sangre. Después, dando una carcajada, se lanzó de cabeza al agua.
Cogió de la mano a Andrés y le guió suavemente hasta el escaño que había delante del hogar, donde tantas veces habían formado tertulia en las tardes de lluvia. Se sentó, y tirando de la mano al joven le obligó a sentarse también. Pensé que Rafael no te había dado mi recado. Hace una hora estuve silbando ahí delante dijo él en falsete y sin soltar la mano de su amiga.
¿A dónde vamos? dijo el padre, cogiendo el brazo del muchacho; ayer no has comido en casa, y hoy no has almorzado. Y eso que tu padre estaba enfermo. Cualquiera diría que me huyes... Ven acá, que tenemos que hablar. Le obligó a entrar en el coche, y partieron. Nos hemos lucido pensó el chico, ahora me mata, sí, señor, y aquí no tengo escape. ¿Qué excusas voy a darle?
Toma, que buen provecho te hagan." "¡Mirad dije entre mí qué néctar o ambrosía me da este poeta, de los que ellos dicen que se mantienen los dioses y su Apolo allá en el cielo!" En fin, por la mayor parte, grande es la miseria de los poetas; pero mayor era mi necesidad, pues me obligó a comer lo que él desechaba.
Palabra del Dia
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