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Actualizado: 3 de julio de 2025
Veamos sí reune el tercero, á saber, que con su auxilio se pueda reducir á quien niegue los demás.
Era un ángel murmuró Ballester, a quien, sin saber cómo, se le comunicaba algo de aquella exaltación. Era un ángel gritó Maxi dándose un fuerte puñetazo en la rodilla . ¡Y el miserable que me lo niegue o lo ponga en duda se verá conmigo...! ¡Y conmigo! repitió Segismundo, con igual calor . Lástima de mujer... ¡Si viviera! No, amigo, vivir no. La vida es una pesadilla... Más la quiero muerta...
Lo que alcanza el soldado en premio de la victoria sirve más para el gusto que para la necesidad, y así se distribuye con mucha largueza en juegos, en camaradas, y en banquetes; pero la paga se estima siempre como cosa que se dá en precio de su trabajo, y de su sangre, y acude con ella á su necesidad, y siente mucho que ésta se le niegue, ó se dilate, y más cuando el Príncipe gasta con gran largueza en una vana ostentacion de su Magestad, y deja de acudir á esta obligacion, en la cual se funda y apoya la verdadera grandeza de los Reyes.
Hubo quien colgó al triste escritor la paternidad del Elogio de Felipe II, por ser obra maligna; también ha habido quien se la niegue del Norte, por tener mucho bueno.
Al abrirle la puerta, no se admiró Fortunata de lo descompuesto que venía, porque ya no eran nuevas aquellas inesperadas apariciones. «Supongo dijo él con trémulo labio , que no me lo negarás ahora... Puede que mi tía lo niegue... ¡es tan hipócrita...! Pero tú no, tú eres mala y sincera. Cuando das el golpe mortal lo dices, ¿verdad?
Quiero que la mujer salga á luz, porque la luz fué tambien creada para ella. Quiero que el misterio la niegue la hermosura asiática, para que reciba la hermosura humana de manos de su propio destino, de manos de la razon universal; de manos de la Providencia.
Llevándose los dedos a su rebelde cabellera para hacer con ellos púas de peine, se la atusó, y arqueando el cuerpo, inclinose hacia la señora para decirle con retintín: «Muy triste está usted desde ayer... No, no me lo niegue... ¿Pues yo no veo lo que pasa? Leo en las caras». Pues en la mía poco habrá leído usted.
No seré yo, pecador, quien lo niegue; aunque sospecho que la regalona vida y suculenta mesa tendrían en ello no pequeña parte; que el jamón y el vino crían carne y sangre con más eficacia que todas las antífonas, jubileos y responsorios.
La corriente del río se precipitaba ahora hacia la costa brasileña, y el hombre pudo fácilmente atracar. Se arrastró por la picada en cuesta arriba, pero a los veinte metros, exhausto, quedó tendido de pecho. ¡Alves! gritó con cuanta fuerza pudo; y prestó oído en vano. ¡Compadre Alves! ¡No me niegue este favor! clamó de nuevo, alzando la cabeza del suelo.
Ya lo sabemos todo.... ¡Buena suerte, y gracias por el favor!... Tere está, muy agradecida.... ¿Vió usted a Ricardo? ¡Está que rabia! ¡El que se creía tan afortunado! Estaba seguro de que le correspondería Gabriela.... ¡Buen chasco se ha llevado! ¡Muy merecido!... Pero, señoritas.... ¡Sí, sí, no lo niegue usted!
Palabra del Dia
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