Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 26 de junio de 2025


Al entrar en el antiguo caserón, rejuvenecido y transformado, experimentaba idéntica impresión de bienestar y poder. El viejo mueble donde su madre guardaba el dinero estaba en el mismo sitio; pero ya no ocultaba cantidades amasadas lentamente a costa de sacrificios y privaciones para alzar hipotecas y suprimir acreedores.

Trajeron el mueble á esta casa, y en mi cuarto ha estado hasta hoy. Al principio miré aquello como un juguete, como una reliquia. De noche, en el silencio de esta casa, lo abría, contemplando con estupor las hermosas monedas que dentro había. Varias veces traté de revelarlo; pero me detenía un recelo supersticioso. A veces soñaba con fundar algún día una obra piadosa.

Así, un mancebo galante, cuando va por la calle en pos de una mujer, cuyo andar airoso y cuyo talle le entusiasman, y luego se adelanta, la mira el rostro, y ve que es vieja, o tuerta, o tiene hocico de mona. El hombre además sería un mueble si conociera la verdad, aunque la verdad fuese bonita. Se aquietarla en su posesión y goce y se volvería tonto. Mejores, pues, que sepamos pocas cosas.

Lo primero has de saber que en la corte siempre el más necio y el más sabio, más rico y más pobre, y los extremos de todas las cosas; que disimula los malos y esconde los buenos, y que en ella hay unos géneros de gentes como yo que no se les conoce raíz ni mueble ni otra cosa de la que descienden los tales.

A la derecha, cerca del balcón, estaba el tocador, mueble precioso, pero muy usado. Había pertenecido a una casa grande que liquidó por quiebra. Un escritorio pequeño con gavetillas y algún secreto ocupaba uno de los lados de la puerta, quedando el otro para la cómoda.

Por tanto es un mueble cómodo: su color es el que indica la ausencia completa de aquello con que se piensa es decir, que es bueno: las manos se confundirían con los pies, si no fuera por los zapatos, y porque anda casualmente sobre los últimos; a imitación de la mayor parte de los hombres, tiene orejas que están a uno y otro lado de la cabeza como los floreros en una consola, de adorno, o como los balcones figurados, por donde no entra ni sale nada; también tiene dos ojos en la cara; él cree ver con ellos; ¡qué chasco se lleva!

El príncipe le invitó á ocupar el sillón inmediato, pero Castro sólo quiso sentarse ligeramente en uno de los brazos del mueble, para indicar su deseo de que la entrevista fuese corta. Además, habló él primero, exponiendo rudamente su pensamiento, sin preámbulos. Te habrá dicho el coronel mi respuesta.

Y uno en otro confiados Viven en su amor tranquilos. ¡Ah, qué santas alegrías! ¡Ah, qué goces no sentidos Vuelan como blancas hadas Por la cuna de los hijos! ¡Cada cuadro es un recuerdo, Cada mueble es un amigo, Cada lágrima es un beso, Cada dicha es un suspiroMi marido abrió los brazos. ¡Qué alegría, Dios mío! Y es que no hay canciller como un poeta lírico para «hacer las paces...»

De este mueble también se hablaba con respeto en casa de doña Manuela. ¿Quién podía saber todo lo que contenía?

Feli, para apreciar en todos sus detalles la hermosura de este mueble, que la llenaba de orgullo, colocó el colchón, las mantas y las almohadas sin funda. Sábanas ya las compraría al día siguiente, pues había sentido repugnancia por las que le ofrecían en el Rastro. Quedó largo rato contemplando la cama con cierta indecisión. ¿Estará bien así, Isidro? ¿Qué dices ?...

Palabra del Dia

ayudantes

Otros Mirando