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Actualizado: 29 de junio de 2025
Porque la muletilla de los regalos de la Reina estaba ya muy gastada y no podía usarse más tiempo sin peligro. Un día D. Francisco volvió de la oficina antes de lo que acostumbraba, y sorprendió a Rosalía en lo más entretenido de su trabajo, funcionando en el Camón, como si este fuera un taller de modista, y asistida de una costurera que había llevado a casa.
Esto lo haría cualquier modista mejor que yo repuso Florentina riendo pero entonces no lo haría yo, señor papá; y precisamente quiero hacerlo yo misma. Después Florentina se quedó sola, no, no se quedó sola, porque en el testero principal de la alcoba, entre la cama y el ropero, había un sofá de forma antigua, y sobre el sofá dos mantas una sobre otra.
Otra grande y aparatosa muestra, colgada más arriba, en el piso principal de la misma casa, decía: Eponina, modista. Como Isidora la mirase, díjole Miquis: «Huye de esas peligrosas alturas, y vuelve tus ojos al valle ameno que está abajo. Sí; Ahí viven Emilia y Juan. ¡Qué felices son! Pues en esa casa, en ese establecimiento salutífero vas a vivir desde mañana.
Primera cuestión entre Isidora y Joaquín por la manera de invertir el dinero heredado del Canónigo. Isidora gasta sin substancia una buena parte de él en los preliminares de su pleito. Se permite el esplendor de una berlina de Alonso, pero al mes tiene que privarse de este inocente lujo. La modista apunta con ojo certero a los fondos que quedan de la herencia.
A lo que una voz alegre y limpia contestaba así con un ligero acento provincial: Perdóneme, he querido, para honrar mejor su casa, estrenar un vestido nuevo y la modista no me lo ha traído sino hasta ahora mismo... cuando ya comenzaba a enfadarme. En aquel mismo instante abríase de par en par la puerta del comedor y un criado con guantes blancos y casaca negra decía así: «La señora está servida».
No había posibilidad de hacerla pensar más que en sus vestidos, en sus perfumes, en sus cintajos. ¡Qué vida la que le había hecho llevar en Madrid los tres meses que allí habían estado! No salían de los comercios de sedas, de las joyerías, de casa de la modista. Por las noches, infaliblemente al teatro.
En presentándote tú... con tu buen trato, y tu práctica en tales lides.... Será una paleta, fea por añadidura. Fue su padre arrogante mozo, y su madre una morena agraciada; ¿por qué ha de ser fea la chica? Ni hay quince años feos. Estará por desbastar, eso sí; pero entre tú y una modista... cuestión de un mes.
¿Marrón foncé? objetó Obdulia ... no dice bien... oro sería mejor. ¿Qué sabe usted de esas cosas?... Yo misma he dirigido el trabajo de la modista; Ana tampoco entiende de eso y me ha dejado a mí el cuidado de todos los pormenores. ¿Y la túnica es de vuelo? Un poco... ¿Y cola? No, ras con ras... ¿Y calzado? ¿sandalias...? ¡Calzado! ¿qué calzado? El pie desnudo....
Eva, absorbida por sus inventos de modista, los había olvidado durante meses y meses. ¿Cómo presento estos granujas á Dios?... El Todopoderoso va á creer que soy una sucia y una mala madre.... Porque el Señor es hombre, y los hombres no comprenden lo difícil que es cuidar á tantos chiquillos.
Luego se quitó de cuentos, y cogiendo a la pobre modista por un brazo, la plantó en la calle, sin darle tiempo a que se pusiera la mantilla. ¿Has visto qué pedazo de bárbaro?... Milagros se desmayó. Tuvimos que aplicarle éter y qué sé yo qué más cosas... En fin, por sacarla de este compromiso, he tenido que traerme a casa las telas y la modista para hacer aquí la labor.
Palabra del Dia
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