Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 29 de junio de 2025


En suma: todo el argumento de El buen paño, expuesto en cifra, es que un señorito, rico, guapo y el más galán de un lugar cercano a Sevilla, desdeña a sus primas y a no pocas otras muchachas y se casa con la modesta huerfanita de un médico, la cual vive con su madre, se gana la vida como costurera o modista lugareña, y es un tesoro de gracias, habilidades y virtudes.

La nobleza vetustense opinó que muerto el perro no se acabase la rabia; que la muerte providencial de la modista no era motivo suficiente para hacer las paces con el infame don Carlos ni para enterarse de la suerte de su hija. Tiempo había para proteger a la niña, sin menoscabo de la dignidad, si, como era de presumir, la conducta loca de su padre le arrastraba a la pobreza.

Si no me sirve... También le traeré el fichú con cinta de terciopelo verde y un casquete de fieltro para que usted se lo arregle fácilmente. Para baños, delicioso. Le mandaré igualmente flores, plumas, aigrettes... Tengo seis cajones llenos de estas cosas... Hoy me llevó la modista la bata grosella... ¿Sabe usted que no me va muy bien?

Narcisa corrió a curiosearlos y se complació a la vista de unas elegantes telas de finos colores. Muy amable, dijo a su hermano: Has hecho compras, ¿eh? Y él, con su galante sonrisa, respondió: ; unos trajes para Carmencita. Por ahorraros molestias, yo mismo avisé a la modista de Villazón, que vendrá mañana para que la niña elija modelos. Narcisa se puso verde.

Después de una sesión de tres horas en casa de la modista, mi prima, que es muy devota, se fue a confesar; mientras yo acompañada de la sirvienta hice algunas compras. Mi tío habíame dado dinero para que lo gastara en cosas útiles y prácticas; pero ¿querréis creer que no darme cuenta de lo útil ni de lo práctico?

Ahora pensó ahora necesitaré casa, cama, la mar de médicos y cirujanos, modista, mucha comida, un buen fuego... y nada tengo. Pero como estaba tan fatigado, recostó la cabeza sobre el cuerpo de su ídolo, y se durmió como un ángel.

Usted debe tomar una casa para y su hermano, ponerse en otro pie de vida, no escatimar ciertas comodidades, en fin... ¿Quiere usted que yo me encargue de buscarle casa, de proporcionarle muebles, modista...?». Joaquín la miró. ¡Qué guapa era! Isidora le oía como si oyera una descripción del Paraíso a quien realmente ha estado en él.

La modista fue aquel día; pero la señora la despidió diciéndole que no estaba la Magdalena para tafetanes; que volviera la próxima semana. Por la tarde fue también Milagros, que sentía mucho no haber sabido antes el suceso para ir volando a consolar a su amiga.

Palabra del Dia

metropolitanos

Otros Mirando