United States or Palau ? Vote for the TOP Country of the Week !


Aquellos monstruos del Océano inspiran horror, por sus formas y su aspecto, y sinembargo, algunos, como las focas, ejercen, aún así disecados, no qué misteriosa atraccion que parece ser la simpatía de las homogeneidades.

Poco tardó Úrsula en aparecer de nuevo remando con prisa: saliole al encuentro Miguel así que puso el pie en tierra y recibió de sus manos un billete perfumado que había metido en el seno. Decía así el billete: «Querido mío: Una inquietud dulce y misteriosa que ayer noche experimentó mi corazón me anunciaba sin duda que estabas cerca de .

Una irradiación misteriosa estremecía en torno de ellos lo ignorado. La niña miró con extrañeza los muebles y las colgaduras, toda aquella vejez, toda aquella podredumbre; luego púsose a observar uno a uno los retratos.

Ha habido en este asunto una parte misteriosa que estoy en vías de aclarar y no retrocederé ante nada para conseguirlo. Nuestro amigo Marenval me ayuda valerosamente, animado del mismo deseo y del mismo ardor que yo. Al fin de nuestra empresa esta la declaración de inocencia de su hijo de usted. Esto es lo que vamos á tratar de realizar. ¿Pero cómo? Mañana salimos para un largo viaje por mar.

¡Oh, llave misteriosa; oh, paloma azul; oh, mariposa de Cachemira!... Señor, no fué Cachemira, fué cachetina, y cachetina endiablada la que se dieron. El uno debía y dijo nones, y el otro quiso su dinero y decía quiero: fuerza era que se sacudiesen.

Al volver hacia casa todas juntas, veían cómo en el cielo comenzaban a brillar las estrellas y escuchaban a los sapos, que lanzaban su misteriosa nota de flauta en el silencio del crepúsculo...

Se avergonzaba de llamar a a quien al presentarse como madre tenía que declarar su culpa, y, ella lo decía, su deshonra. Dudaba de que una hija, a quien, fuese por lo que fuese, ni había criado, ni visto, ni acariciado nunca, la pudiese querer. Recelaba hallar frialdad, tibieza al menos, en su hija. No creía en la misteriosa fuerza de la sangre.

Pero era indudablemente menos infeliz que lo hubiera sido siendo ella monja. No qué alegría misteriosa inundaba mi alma. Si no era mía, no sería de otro... Era una posición de cierto género, y acaso... con la costumbre de verme... ¿quién sabe? Yo esperaba. ¿Viviría el hombre a quien amaba Amparo? ¿La habría seducido este hombre?... ¿La habría abandonado?...

Toda religion es en sus principios misteriosa y sombría: señala con la mano el cielo y hace olvidar la tierra; preocupa con la idea de una vida futura el entendimiento y arroja al hombre en el mas ascético estoicismo.

¡!... ¡! balbuceó él, echándose atrás. Le temblaron las piernas con el estremecimiento de la sorpresa; una ola de frío corrió por su espalda. ¡Ulises! suspiró la mujer, intentando abarcarlo de nuevo con sus brazos. ¡!... ¡! volvió á repetir el marino con voz sorda. Era Freya. No supo ciertamente qué fuerza misteriosa le dictó su gesto.