Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 26 de noviembre de 2025


Currita comprendió el terrible reproche que esta intencionada observación encerraba, y sin tiempo para reflexionar, y convirtiendo en ira contra los demás el propio remordimiento, achaque común de todos los mezquinos, olvidóse de su suavidad y mansedumbre, y se revolvió furiosa, como una gata arisca a que pisan el rabo; en la impetuosidad de su ira, cometió la imprudencia de disculparse: ¿Y qué tengo yo que ver con eso? gritó . ¿Acaso le he dicho yo que se bata? ¿Quién le mandó meterse en camisa de once varas?... También el papel de don Quijote tiene sus quiebras, hija mía...

Se apresuró a salir del Retiro y tomó un coche para dirigirse a su casa. Durante el camino fueron en aumento los escalofríos; la vista se le turbaba; creyó no poder llegar sin desmayarse. Al fin pudo subir la escalera y meterse en la cama. Poco después se le declaró una fuerte calentura. Pues yo sostengo que lo que ha hecho mi yerno esta mañana es un acto inmoral.

Fortunata comprendió que también quería meterse con ella; mas no teniendo ganas de reñir, dejaba sin contestación sus refunfuños. «Mira que es pifia mandar traer esta babilla y esta falda que no sirve ni para el gato. Tienes la cabeza llena de viento. Nada, en cuanto yo me descuido, ya no das pie con bola». Fortunata empezaba a sentirse mal.

Se alzó de la butaca y acercándose a él le dijo al oído: Pierde cuidado, querido, que como resulte cierto eso que sospechas, yo me encargaré de poner un buen castigo a Cirilo... Le reduzco el tanto por ciento de la administración al cuatro... ¡Ya ves, le doy el cinco...! Me parece que no le quedarán más ganas de meterse donde no le llaman...

Y hasta es posible que me dieran una palizaSe alejó cosa de veinte pasos y se detuvo nuevamente. El aire iba siendo más frío. Su gabán casi no le abrigaba. Al meterse la mano en el bolsillo, encontró el periódico. Casi estuvo a punto de llorar de rabia.

Ese que es un bicho sanguinario, pérfido, maléfico, cobarde y vil por todos cuatro costados. No piensa más que en desgarrar á la víctima y en beberse la sangre que brota caliente de la herida. Todos los animales le odian, y á todos los odia él, pero no se atreve á atacar más que á los débiles ó á los heridos. Sólo el frenesí del hambre puede impulsarle á meterse con otro más fuerte.

No se atrevió á meterse en el portal porque de vez en cuando todavía llegaba algún tertulio. Pero sonaron las once, y como hacía ya rato que nadie acudía, decidió colocarse á la puerta como le ordenaron. Sonaron las once y media; las doce menos cuarto. Nada. La impaciencia de Nolo iba degenerando en tristeza profunda. No menos impaciente se hallaba Demetria.

Por más que esto le dejase un poco despechado, no lo manifestó; estaba acostumbrado ya a ver a Miguel meterse en la cabeza los libros rápidamente; por otra parte, el hijo del brigadier tenía la delicadeza de no comentar el asunto de las notas y darle muy poca importancia. En el curso siguiente Miguel dejó la compañía del teniente y sus disipados amigos y se aplicó de todas veras al estudio.

Nuestro héroe, sin meterse en filosofar sobre lo dicho, lo tenía más que sabido. Así es que, por esta consideración, aunque no atendiese a otras, hallaba más difícil escribir a Inesita que a doña Beatriz. Escribir a doña Beatriz, como casada, el uso, la práctica, la jurisprudencia establecida, lo consentía sin que pasase por injuria.

Hoy, para medrar, no hay más que meterse con el Gobierno... o en la Bolsa: un compañero suyo, que dormía en los bancos de las plazas y en los caños abandonados, se había metido no se sabe cómo en un negoción de tierras, y se ganó lo que quiso, convirtiéndose en un personaje que arrastra coche...

Palabra del Dia

tibias

Otros Mirando