Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 23 de julio de 2025
Spadoni, como si despertase de pronto, se encaró con Castro, continuando en alta voz sus pensamientos. ...Es una martingala que inventó un lord ya difunto y que le hizo ganar millones. Ayer me lo explicaron. Primeramente, pone usted... ¡Ah, no, pianista del demonio! clamó Atilio . Ya me explicará eso en el Casino, si es que tengo la curiosidad de oirle.
No puede darse necedad mayor dije . Porque lord Gray haya conseguido con su buena apostura, sus finos modales, su talento... Mi hijo no me dará tan gran pesadumbre.
Caballero añadió encarando conmigo , esta damisela es mi futura nuera, prometida esposa de este mi amado hijo don Diego. Inés me hizo una profunda reverencia. Se sonrió al mismo tiempo, comprendiendo el astuto ardid de mi fingida religiosidad. ¿En tanto dónde estaba lord Gray?
En un instante y andando con toda la prisa que permitía la oscuridad de la casa, bajamos, abrimos las puertas y nos encontramos en la calle. ¡Ay! exclamó al ver cerrar por fuera la puerta . En mi atolondramiento se me olvidaba, al querer salir, que no tenía llaves para abrir la puerta. Pero ¿a dónde vas tú, a dónde vamos? Corramos dijo aferrándose a mi brazo. ¿A dónde? A la casa de lord Gray.
Todas se reían de mí y me desgarraron los vestidos, diciéndome palabras ignominiosas... Bebían y comían en una mesa que el criado de milord les dispuso... disputaban unas con otras sobre cuál de ellas era más amada por él... Entonces comprendí el abismo en que había caído... Lord Gray volvió... Le increpé por su vil conducta... Estaba taciturno y sombrío... Tomó una chinela y con ella les azotó la cara a aquellas viles mujeres... Me colmó de cuidados.
Mis lectores creerán, juzgando a lord Gray por las palabras arriba reproducidas, que el astuto seductor partía realmente renunciando a la empresa frustrada en la célebre noche. ¡Qué error! Narraré punto por punto.
Tuvo, pues, gran éxito en el Casino; puede decirse que compartió el cetro de la noche con la sueca y con el lord inglés estrafalario, del cual se contaba que tenía alfombrada con tapiz turco la cuadra de sus caballos y baldosado de piedra el salón de recibir.
Me saqué el anillo y volvime a casa. Esa noche dábamos una comida, y entre los comensales estaba usted, lord Newborough y lady Rainham; después concurrimos al Haymarket. ¿No lo recuerda? Cuando estábamos sentados en el palco, me preguntó por qué me encontraba tan triste y pensativa, y yo me disculpé diciéndole que tenía un fuerte dolor de cabeza. ¡Ah! ¡si hubiera usted sabido!
Tuve miedo... de repente se me presentó lord Gray, quien me estrechó en sus brazos repitiéndome con ardientes palabras que me quería mucho. Fue un segundo y nada más, pero en aquel segundo lord Gray me dijo que me era forzoso partir con él, porque si no moriría de desesperación... Nada de eso me habías dicho. Te tenía miedo. Verás lo demás. Me reuní al instante con mi madre y con el lego.
Entró una señora principal que le llamó ingrato... La señora se reía de mí... ¡Qué hora, Dios mío, qué hora!... La señora dijo que yo era la más piadosa y devota señorita de todo Cádiz, y luego me rogó que encomendase a lord Gray a Dios en mis oraciones... La vergüenza me inflamaba, y busqué un cuchillo para matarme... Después...
Palabra del Dia
Otros Mirando