Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 31 de mayo de 2025
Quieto en su terreno, cita usté ar bicho, le deja vení, y cuando lo tiene ar lao, quiebra usté y le pone los palos en el morrillo. Usté no tié que preocuparse de na: el toro lo hará too por usté. Atensión... ¿Estamos? Y apartándose el maestro se encaró con el terrible toro, o más bien, con el granuja que estaba detrás, puestas las manos en el cuarto trasero para empujarle.
Tengo, tengo ... dos y dos son cuatro..., cuatro ... cuatro de á decinueve, primeramente. Bueno: pon una peseta con ellos. Ya está. Pus tendrás ahora cuatro duros. Cabales.... Ahora hay, por otro lao, dos pesetas en cuartos y dos tarines. Que son diez riales; y ochenta que tenías antes, noventa. Noventa.
La señora Angustias le quería con ese cariño de los humildes que, al encontrarse en un ambiente superior, se juntan en grupo aparte. Siéntate a mi lao, Sebastián. ¿De verdá que no quieres na?... Cuéntame cómo marcha el establesimiento. ¿Teresa y los niños, güenos?
555 Cual más, cual menos, los criollos saben lo que es amargura; en mi triste desventura no encontraba otro consuelo que ir a tirarme en el suelo, al lao de su sepultura. 556 Allí pasaba las horas sin haber naides conmigo teniendo a Dios por testigo, y mis pensamientos fijos en mi mujer y mis hijos, en mi pago y en mi amigo.
11 Yo soy toro en mi rodeo Y torazo en rodeo ajeno; Siempre me tuve por güeno Y si me quieren probar, Salgan otros a cantar Y veremos quién es menos. 12 No me hago al lao de la güeya Aunque vengan degollando, Con los blandos yo soy blando Y soy duro con los duros, Y ninguno en un apuro Me ha visto andar tutubiando. 13 En el peligro, ¡qué Cristos!
No hay quien te toque... Y si vinieran por una casualiá los siviles, yo me pongo a tu lao, agarro una garrocha y no dejamos vivo a uno de esos gandules. ¡Y poco que me gustaría haserme caballista der monte!... Siempre me ha tirao eso. ¡Potaje! dijo el espada desde el extremo de la mesa, temiendo la locuacidad del picador y su vecindad con las botellas.
D. Antonio Lao y Cuevas; nació en Tiñana, villa de la diócesis de Guadix; era Abad mayor de la Colegiata del Salvador de Granada, fue nombrado Obispo de Teruel en 16 de Agosto de 1847, tomó posesión en 17 de Diciembre del propio año y trasladado a Guadix en 1849.
Y eras tú, chavala; tu voz de oro fino que gorvía loquita a la gente. «Es la chica del capataz de Marchamalo», decían a mi lao. «Bendito sea su pico: es un riuseñor». Y yo me ajogaba de pena sin saber por qué; y te veía delante de tus amigas, tan bonita como una santa, cantando la saeta, con las manos juntas, mirando al Cristo con esos ojasos que paecen espejos, en los que se veían toos los cirios de la procesión.
510 Cuando el hombre es mas salvaje trata pior a la mujer: yo no sé que pueda haber sin ella dicha ni goce. ¡Feliz el que la conoce y logra hacerse querer! 511 Todo el que entiende la vida busca a su lao los placeres; justo es que las considere el hombre de corazón; sólo los cobardes son valientes con sus mujeres.
No lo dudes; si fuese posible que don Andrés se prendase de mí hasta el extremo de querer casarse conmigo, yo le despreciaría por amor tuyo, aunque fueses tú mil veces más pobre de lo que eres; yo le cantaría la copla que dice: Más vale un jaleo probé y unos pimientos asaos que no tener un usía esaborío a su lao. Don Paco, al oír esto, apenas pudo ya contenerse y ocultar su emoción.
Palabra del Dia
Otros Mirando