Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 7 de octubre de 2025


A ese jardín fui y por él erré todo el resto del día, asombrado de haber sacudido mi yugo y más admirado todavía de la extremada intensidad de un recuerdo que había creído de buena fe que estaba adormecido. Poco a poco, como una hoguera que se reanima, sentí en todo mi ser aquel ardoroso despertar.

Ahora mismo estoy bien, no siento nada... Te tengo a mi lado y pronto veré a Amaury... Soy feliz y me encuentro muy a gusto. Mira: ahí tienes a Amaury. ¿En dónde está? En el jardín, hablando con Antoñita. Por lo visto ha equivocado la hora dijo sonriéndose el doctor; yo le decía en mi carta que viniera a las once y él habrá leído con los ojos del deseo que la cita era a las diez.

Lorenzo se aproximó a la ventana, por la que se veía gran parte del jardín, la casa de Baldomero a la izquierda y al fondo las caballerizas rodeadas de corpulentos y seculares ombúes.

Cada uno a lo suyo. Las aves de corral a su pacífica tranquilidad, a engordar al sol; los pájaros errantes a cantar vagabundos, unas veces sobre un jardín, otras tiritando bajo la tempestad.

»El proyecto era grave y demasiado seductor para que dejáramos de ponerlo en planta; así, que la víspera de la fiesta, aprovechando la ausencia del padre de Magdalena, que había tenido que ir a París por asuntos de su profesión y favorecidos por la esplendidez del día, salimos corriendo del jardín al parque y de éste al bosque sin que nadie nos viese.

Conduje al cura al jardín. ¡Pobre selva virgen! Me recordaba días tristes; sin embargo, sentí cierto placer recorriéndolo en todo sentido. Y luego, asediábame la mente el recuerdo de algunas horas deliciosas, recuerdo todavía encantador para mi, a pesar de la amargura de las decepciones que habían sucedido a un instante de felicidad.

Miró a todas partes en busca de algo, y, percibiendo el balcón entreabierto, se lanzó hacia él. Abrió. Vió correr entre los árboles una cosa blanca, el bulto de un hombre en mangas de camisa. No se descolgó. Saltó de un brinco al jardín, y corrió hacia él como una saeta. Mas el hombre ya llegaba a la puerta de hierro, la abría, desaparecía.

La gran casa antigua, con sus elevadas torres cuadradas, su entrada estilo rey Jacobo, su puerta cochera, los hermosos bojs de fantásticas formas y el reloj de sol de su primoroso jardín anticuado, poseía un delicioso encanto de que pocas mansiones antiguas podían jactarse; y, además, en su perfecto estado de conservación, sin ninguna alteración ni en sus más pequeños detalles, se encerraba otro interesante rasgo de su atracción.

Abajo, en el jardín, sonaba la voz del hortelano llamando á su perro para que no continuase ladrando junto á la escalinata de la «villa», como si olfatease la presencia de un intruso. Vámonos ordenó Alicia con gravedad . Las criadas van á volver de misa. No me gusta que nos vean aquí, en mi dormitorio. Podrían creer...

Mas nada me divertía tanto como ver a cada instante en la puerta de un jardín, dos mandarines panzudos que para entrar se hacían infinitas zalemas y cortesías, sonriendo, todo un ceremonial dogmático, que les hacía oscilar de un modo picaresco sobre las espaldas las largas plumas de pavo.

Palabra del Dia

amitié

Otros Mirando