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Actualizado: 14 de mayo de 2025
Un duelo con Jacobo ó con Tragomer... No les temo ni al uno ni al otro. ¿Una acusación por falso testimonio ante los tribunales? ¡Tontería! ¿Á qué les conduciría eso?
Aún no he terminado mi misión. Me pagan y tengo que cantar. Precisamente esta noche está el público loco conmigo... Al decir esto, tenía un aire tan extraño, que Jacobo creyó que el cerebro de aquella mujer no había podido resistir las duras pruebas que venía sufriendo, y se había vuelto loca. Pensó llamar y no creyó lo que le decía.
¡Silencio! dijo Cristián en voz baja. No es hora de recriminar, sino de tener actividad. Con un mozo como Sorege todo es de temer mientras no le hayamos puesto á buen recaudo. Ya habéis visto cómo se ha defendido. Dejemos á Jacobo y vamos á casa de Vesín.
Damián asomó discretamente la cabeza, preguntando si el señor marqués no iba a levantarse, porque el agua caliente se enfriaba. Allá voy..., allá voy respondió Jacobo.
La conversación giró un momento sobre el viaje de Jacobo, hasta que vino a interrumpirla la entrada del tío Frasquito, que volvía del pasaje Jouffroy cargado de noticias.
Las ideas de Marner eran confusas; sin embargo, comprendía que debía ir a denunciar el robo, y los grandes personajes de la aldea el pastor, el condestable y el squire Cass le harían devolver a Jacobo Rodney o a cualquiera otra persona el dinero robado.
Permanecí bastante tiempo, prosiguió Jacobo, sin sospechar las razones secretas que aquellas dos mujeres tenían para no separarse. No se mostraban en público, pero yo encontraba continuamente á Juana en casa de Lea y cuando ésta salía sin mí, iba siempre á casa de su amiga. Para ello empezaron á trabajar formalmente.
Cuando oí por primera vez de una boca humana estas palabras: "Creo que no es usted culpable," me pareció que Dios me perdonaba por medio de su representante en la tierra y quedé penetrado de reconocimiento. Entonces hice á ese Dios de dulzura y de confianza el voto de darme á él. ¡Qué! Jacobo, ¿quieres?... Hacerme sacerdote, sí, madre mía.
Marenval recordaba algunas protestas de Jacobo, que nadie había tenido en cuenta. Cuando Jacobo fué preso, estaba en el Havre y nunca pudo explicar claramente qué había ido á hacer allí. Nadie había comprendido tampoco por qué se detuvo veinticuatro horas en vez de tomar el vapor y salir para América. ¿Qué esperaba? La acusación decía: un cómplice. Pero ¿cuál?
13 Y tocando Pedro a la puerta del patio, salió una muchacha, para escuchar, llamada Rode, 15 Y ellos le dijeron: Estás loca. Mas ella afirmaba que así era. Entonces ellos decían: Su ángel es. 16 Mas Pedro perseveraba en llamar; y cuando abrieron, le vieron, y se espantaron. Y dijo: Haced saber esto a Jacobo y a los hermanos. Y salió, y se fue a otro lugar.
Palabra del Dia
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