Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 25 de junio de 2025
Diríase que el espíritu benigno del solariego, con la amargura de sus memorias, con la bondad de sus sentimientos, presidía aún y gobernaba las labores y las intimidades de la pudiente casa labradora.
¿No eres su amiga íntima? Su amiga, sí. ¿Íntima? Ella no tiene más intimidades que las de dentro de su cabeza. Tiene ese defectillo; es muy cavilosa y todo se lo guarda. Por ella no sabré nunca nada. Un momento de silencio. A no ser que ahora se lo cuente todo al Magistral.... Ya sabrás que le ha tomado de confesor.
Gallardo, con su memoria fisonómica de hombre de muchedumbres, reconocía sus rostros y admitía el tuteo. Eran camaradas de escuela o de infancia vagabunda. No marchan los negocios, ¿eh?... Los tiempos están malos pa toos. Y antes de que esta familiaridad los animase a mayores intimidades, volvíase a Garabato, que permanecía con la cancela en la mano.
De la sociedad modesta de estribor, las únicas que pasaban por allí eran doña Zobeida y Conchita. La buena dama de Salta saludaba a las «porteñas» con su aire señoril y bondadoso, a estilo antiguo, y seguía adelante sin permitirse mayores intimidades. Ni aquellas grandes señoras deseaban su amistad, ni ella necesitaba de su apoyo.
Vamos, mujer, dilo sin miedo, que ninguna de nosotras se ha de poner colorada exclamó María Valdivieso con la intención de un toro de ocho años . ¿Te lo ha dicho García Gómez?... La Mazacán titubeó un momento, y sin ruborizarse tampoco por las comentadas intimidades que con el lindo ministro tenía, dijo al cabo: García Gómez me lo ha dicho.
Emma dormía mucho, y aun despierta tenía necesidad de estar completamente sola muchas horas, porque además de las intimidades a que podía y debía asistir Bonifacio, había otras más recónditas que no podía presenciar ni el marido; eran unas las del tocador, secreto de secretos, y otras misteriosas manías de cuya existencia no quería ella que supiese nadie.
Fue voluntad suya y mía, para que nada extraño a la obra misma preocupase mi juicio, y no hablasen en favor de ella intimidades de las que forzosamente nacen entre el crítico y el libro que va a juzgar, cuando él ha asistido a la elaboración de este libro, embriagándose con el fervor de la producción ajena, y participando de ella en algún modo.
Por de contado, estas intimidades sólo tenían lugar a espaldas de doña Lupe y muy lejos de doña Casta, pues ni una ni otra habrían consentido que tales temas se trajesen a las honestas y decorosas conversaciones de aquella casa. Enlazadas por la cintura, brazo con brazo, estuvieron un rato las dos mujeres sin decirse nada, comiéndose las yemas y mirando a la calle. De pronto se echó a reír Aurora.
Dios sabe cuántas proposiciones habría perdido la niña por culpa de aquel hombre, que gozaba todas las intimidades de un novio, sin decidirse nunca a serlo. Pero Conchita se mostraba sorda a los consejos de mamá. Ella lo pescaría; los hombres que las echan de listos caen cuando menos lo esperan: todo era cuestión de tiempo y de presentar buena cara.
Parejas amigas, de cuyas intimidades se ocupaban con deleite los murmuradores, permanecían en los asientos de la cubierta, sin verse, sin conocerse, volviéndose la espalda, faltos de fuerzas para cambiar una palabra, deseando tranquilidad y olvido. El bienestar animal de la digestión y la atmósfera ardiente rechazaban el amor a segundo término durante unas horas, como algo molesto e intolerable.
Palabra del Dia
Otros Mirando