Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 29 de septiembre de 2025


Pero á esto se me ocurre objetar: ¿no sería mejor y más prudente en vez de pelearse con Dios, insultarle y llamarle tirano, creer que es bueno y hasta que todo eso de las penas eternas puede ser una calumnia que le han levantado á Dios en las Edades Tenebrosas, como el coronel Ingersoll las llama?

En medio de este rayo de luz estaba una mujer erguida, esbelta, sonrosada, vestida con un hermoso traje de soirée, las nacaradas espaldas surgiendo de entre nubes de blondas, y el pecho y la cabeza deslumbrantes con el centelleo de las joyas. Luis retrocedió asombrado, protestando de la farsa. ¿Aquella era la enferma? ¿Le habían llamado para insultarle?

Un día, una vieja criada de casa de Ohando, chismosa y murmuradora, fué a buscarle y le contó que la Ignacia, su hermana, coqueteaba con Carlos, el señorito de Ohando. Si doña Águeda lo notaba iba a despedir a la Ignacia, con lo cual el escándalo dejaría a la muchacha en una mala situación. Martín, al saberlo, sintió deseos de presentarse a Carlos y de insultarle y desafiarle.

Maltrana, molestado por el cinismo del pequeño, huyendo su mirada, que parecía insultarle, se fijó en otro muchacho que se aproximaba a ellos. Iba descalzo, sin otras ropas que un pantalón y una elástica, pero llevaba el pelo cuidadosamente peinado, con una raya en el centro y dos bandos luengos y lustrosos. Y , ¿por qué estás aquí? le preguntó Isidro.

Hizo Salvador un movimiento de repugnancia como si se le aproximara un reptil, la midió con mirada despreciativa y colérica y salió de la sala muy altivo, sonriéndose, con una audacia nueva en él, tan provocativa, que Narcisa le persiguió diciéndole desvergüenzas, extinguido ya el resto de pudor que hasta aquel día la contuvo en su tentación de insultarle a la cara.

¡Salud, amigo Barbas! dijo el médico alegremente, deteniéndose ante él. ¿Qué hay compañero? Mucho y malo, don Luis. Y esa revolución ¿cuándo la hacemos?... El Barbas miró un instante á Aresti con ojos ceñudos, como si fuese á insultarle: después escupió la nicotina de sus labios con un gesto desdeñoso. Búrlese, don Luis.

Luego, a todo el que iba a pedirle algo, después de reñirle rudamente y de reprocharle sus vicios y de insultarle a veces, le daba lo que le parecía, hasta que a mediados del mes se le acababa el montón de pesetas y entonces daba maíz o habichuelas siempre refunfuñando é insultando. Tellagorri decía: Esos son curas, no como los de aquí, que no quieren más que vivir bien y buenas profinas.

Y el demonio me prestó, sin duda, el poder sobrenatural y los medios de seducción casi irresistibles, con los cuales tendí a usía mis infernales redes, donde por vez primera logré que usía cayese, para insultarle y maltratarle luego con infamia. Y más vale así, porque peor hubiera sido que hubiésemos caído ambos en más honda sima y en pecado más grave.

Palabra del Dia

passaro

Otros Mirando