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Actualizado: 25 de mayo de 2025
Hábleme usted con entera franqueza porque ya estoy lo suficientemente fuerte para oírlo todo. Lo único que siento es no haber dado a usted mi primer amor. ¡Qué bueno es usted! Esa mujer no ha sido jamás digna de usted. Yo no la he visto nunca, pero instintivamente la detesto, la desprecio. No hay necesidad de despreciarla, Germana.
Ella bajaba la frente sin saber qué contestar, y su turbación era tal, que no hizo el menor movimiento cuando el brazo de Miguel dejó de apoyarse en el suyo para ceñir su talle. Así avanzaron, estrechamente ligados, formando un solo cuerpo, dando paso tras paso instintivamente, sin saber hacia dónde marchaban.
La mujer se manifestó luego cada día más cariñosa, medio agradecida medio amante; él instintivamente apreció sus cuidados, quizá fijándose en el contraste que formaban con la arisca condición de su antigua novia, y sus existencias se unieron, formando el hermoso maridaje de la desgracia y el consuelo bendecido por el amor.
El salón quedó completamente á obscuras; todos los concurrentes creyeron haber perdido repentinamente la vista; las mamás chillaron de espanto, extendiendo los brazos instintivamente para guardar á sus hijas; los hermosos guerreros echaron mano á sus espadas, aunque sin poder adivinar dónde se ocultaba el enemigo.
Febrer, ante este insulto, tembló, guardándose el revólver en la faja. ¡Su madre, su pobre madre, pálida, enferma, dulce como una santa, resucitando con el más infamante de los insultos en la boca de aquel presidiario!... Anduvo instintivamente hacia la puerta, tropezando a los pocos pasos con la mesa y las sillas amontonadas.
A un hombre se le dice que sus ojos le engañan con respecto á un objeto que tiene á la vista; instintivamente se vuelve hacia los demás y les pregunta si no lo ven de la misma manera.
Y revolviéndose instintivamente, dio la vuelta, quedando con el pecho en tierra, apoyado en una mano y tendiendo la otra, que empuñaba el revólver. Sentíase fuerte, repetía en su interior que aquello no era nada, pero el cuerpo se negó con súbita torpeza a obedecer su voluntad. Parecía pegado al suelo por una dolorosa simpatía.
Y reía viendo la confusión de Fernando, el cual instintivamente volvía la mirada hacia los cajones de un secretaire inmediato, desconcertado por la certeza con que el doctor lo adivinaba todo. Temió Sanabre que sus subordinados oyeran alguna palabra del doctor: deseaba salir de allí cuanto antes, y se puso de pie invitando á Aresti á seguirle. ¿De veras que no había visto nunca los altos hornos?
Para borrar el mal efecto de sus objeciones, se prestó a ser portador de la valija de las armas hasta el lugar que ocupaban los adversarios. Los tres padrinos, dando por finalizado su trabajo preparatorio, que no podía ser más pasivo, se hicieron atrás instintivamente algunos pasos. Iba a hablar la pólvora.
Instintivamente torció sus ojos hacia la duquesa, pero los apartó en seguida, más aterrado aún por su rostro inmóvil y una mirada dura que parecía herirle por la espalda, como si él fuese el culpable. El doble cajoncito, completamente listo, aguardaba junto á sus manos. Dió cartas á derecha é izquierda, y luego extrajo las suyas.
Palabra del Dia
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