Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 30 de abril de 2025
Carman, una carta, invitando al Gobierno filipino á que enviara una Comisión para entenderse con otra de americanos, sobre un arreglo amistoso entre ambas partes; y aunque no confiaba en la sinceridad de los amistosos propósitos de dicho General, cuya decidida intención de impedir que la Comisión alcanzara el estado de paz, era ya probada, accedí, sin embargo á la citada invitación, tanto porque la vi oficialmente confirmada en órden de 9 de Enero, dada por el indicado General, como para demostrar ante el mundo, mis evidentes deseos de conservar la paz y amistad con los Estados Unidos, solemnemente pactados con el almirante Dewey.
Los pastores cantaron y tocaron alegrísimas sonatas en sus guitarras, zampoñas y panderos; los muchachos quemaron petardos, y los repiques a vuelo con que en ese día se anuncia el toque del alba, invitando a los fieles a orar en las primeras horas del gran día cristiano, vinieron a mezclarse oportunamente al bullicioso concierto.
En los periódicos se habían publicado artículos acerca de él; unos de burla, otros en serio, sosteniendo la tesis de que constituía un fenómeno mental, un caso de estudio, invitando al director del Hospital-manicomio a que hiciese con él experiencias científicas, y proponiendo que cuando muriese no se le enterrase sin antes haberle sacado el cerebro, a fin de analizarlo.
Las señoritas de Ciudad batieron palmas. Inmediatamente se levantó don Serapio, y con lengua bastante gorda propuso en términos concretos que el brillante concurso que le escuchaba se estableciese definitivamente en la Isla, a fin de poblarla, invitando a cada uno de los presentes a buscar lo más pronto posible pareja.
El rumor de aquellas niñas era un soplo de alegría que desde la calle subía a las casas, entraba por los balcones invitando a soltar por algunas horas el fardo pesado de los quehaceres, de la ambición, de la envidia, de todas las ruines pasiones que consumen la mísera existencia humana.
Cuatro días después la parroquia de San Francisco anuncia su intención de celebrar una misa y Tedéum en acción de gracias al Todopoderoso, etc., etc., invitando al vecindario a solemnizar con su presencia el acto. Las calles circunvecinas están empavesadas, alfombradas, tapizadas, decoradas.
Trata de sentarse a una de las mesas que hay esparcidas por la sala, sobre las cuales, para que nada llame y distraiga la atención, no suele haber ni pupitre, ni papel, ni plumas, ni tintero; nada más que la madera lisa y reluciente, invitando al estudio y a la patinación. Al tomar una de las sillas, observa con dolor que está cubierta de polvo y quizá de algo más. ¿Qué tiene esto de particular?
Porque le interesaba para sus fines políticos y económicos y por satisfacer al genio fanfarrón que, a pesar de su avaricia, habitaba dentro de él, resolvió dar un gran baile de trajes en su magnífico palacio, invitando a toda la aristocracia madrileña y a las personas reales. Los preparativos comenzaron dos meses antes.
Más de quinientos correos de gabinete, caballeros en sendas cebras de posta, salieron a la vez de la capital del reino con despachos para otras tantas cortes, invitando a todos los príncipes a que viniesen a pretender la mano de la Princesa, la cual había de escoger entre ellos al que más le gustase.
Y reía viendo la confusión de Fernando, el cual instintivamente volvía la mirada hacia los cajones de un secretaire inmediato, desconcertado por la certeza con que el doctor lo adivinaba todo. Temió Sanabre que sus subordinados oyeran alguna palabra del doctor: deseaba salir de allí cuanto antes, y se puso de pie invitando á Aresti á seguirle. ¿De veras que no había visto nunca los altos hornos?
Palabra del Dia
Otros Mirando