Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 29 de julio de 2025


Todas las miserias de este bajo mundo, todas las injusticias y sufrimientos se olvidaban. Luisa recordaba su niñez, cuando iba sobre la espalda de su madre, la pobre vagabunda, y se decía: «¡Nunca he sido más dichosa, nunca he tenido menos cuidados, nunca he reído ni cantado tanto!

Todos ellos sentían sobre sus roses una continua descarga de miradas de odio, que, a pesar de no merecer, recibían con la resignación del que está avezado a padecer injusticias. Pronto dejaron las últimas casas del pueblo y entraron en la carretera, cuyo primer trozo estaba guarnecido de altos álamos. El cielo seguía negro y espeso, envolviendo en tinieblas a la tierra.

¡Oh, la desigualdad! Salvatierra se enardecía, abandonaba su flema bondadosa al pensar en las injusticias sociales. Centenares de miles de seres morían de hambre todos los años.

Le había visto agitarse como un emparedado, pugnando por levantar la enorme losa caída sobre él, interpuesta entre los ojos de su espíritu y la luz ansiada. Y Mina no tenía siquiera el consuelo de la ignorancia, no podía engañarse como otras mujeres que creen ciegamente hasta el último instante en el talento de sus maridos y atribuyen su desgracia a injusticias de la suerte.

Nada, nada, señores dijo D. Pedro con ironía . Si ahora vamos a estar muy bien; si vamos a ver aquí el siglo de oro; si no va a haber injusticias, ni crímenes, ni borracheras, ni miserias, ni cosa mala alguna, pues para que nada nos falte, en vez de padres de la Iglesia; tenemos periodistas; en vez de santos, filósofos; en vez de teólogos, ateos.

No era de temer ya la sorpresa de un nuevo varón que de la noche a la mañana volviera a despojarla de sus recobradas preeminencias; pero es indudable que las hubiera dado mayor importancia, y por muy distinto motivo que entonces, si el suceso que se las restituía hubiera ocurrido en aquellos tiempos en que las inexplicables injusticias de su madre la tenían relegada a los últimos rincones de la casa.

Si por estos abusos se hubiera de hacer juicio de las cosas, fuera menester arrancar todas las viñas para que no hubiera beodos, quitar el comercio para evitar las fraudes, abolir los juzgados para que no hubiera injusticias. Esto es lo que enseña la buena razon gobernada de la Lógica: lo demas son extravíos del furor y de las pasiones.

El espíritu era digna joya de tal estuche: quebradizo, avinagrado y herrumbroso. Daba compasión contemplar aquel ser que parecía un castigo providencial de ciertas injusticias y flaquezas de sus padres. Más que un niño enfermizo, era un enano decrépito. Por razón de su miserable naturaleza, nada se le había enseñado; así es que, contando ya más de quince años, no sabía deletrear.

Aquella sumisión exterior, aquel sacrificio de la vida ordinaria, de las relaciones vulgares a las preocupaciones y a las injusticias del mundo no eran hipocresía en Anita, no eran la careta del orgullo; pero no podía juzgarse por tales apariencias de lo que pasaba dentro de ella.

Pero vos no podéis, por lo mismo que sois hidalgo y leal, sacar á juicio lo de las cartas de la reina, y os sentenciarían cometiendo una injusticia, es cierto; pero las injusticias no sorprenden á nadie en España. Me debéis, pues, la vida, y os lo digo para que lo sepáis; para que no podáis olvidarme. Me estáis desgarrando el alma, Dorotea.

Palabra del Dia

buque

Otros Mirando