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Actualizado: 28 de junio de 2025


Muy lejos estaba ciertamente de sospechar el marqués que a él se debiera en gran parte, quizás en todo, que la señorita Sardonne hubiera preferido al convento la casa de la baronesa, pero era de un natural demasiado generoso para no sentirse conmovido ante tal infortunio, aun cuando él no se hubiera presentado de por bajo formas tan dramáticas y atractivas.

Es cruel que tan lindo amor se consuma durmiendo, envejezca, y acaso, acaso, tenga el infortunio de que se le apolillen las alas. De seguro que hay mil galanes por ahí, por esos mundos, que caerían rendidos a tus plantas, si llegasen a verte. De seguro que habrá uno entre ellos a quien debes amar. Pero ¿cómo han de adivinar que estás aquí? ¿Por qué has de jugar con ellos al escondite?

La casualidad, según yo, o la Providencia Divina, según el padre Ambrosio, habían arrojado delante de un gran infortunio. Yo había cumplido con mi deber, según mis convicciones, y estaba tranquilo. Pero una vez satisfecho este deber, una vez pasada la novedad de mi aventura, comprendí que Amparo no era bastante para arrancarme del hastío; para reconciliarme con la vida.

En ninguno de los dos casos, yo, como optimista, veo el mal sin remedio. Una nación, lo mismo que un individuo, aunque esté decaída y degradada, puede corregirse, hacer penitencia, sufrir la dura disciplina del infortunio, regenerarse al cabo y volver á ser grande; pero esta transformación dichosa será muy lenta y tardía.

La idea del dinero que ganaría con el trabajo del momento no le proporcionaba ninguna satisfacción, porque aquella imagen mezquina no hacía más que recordarle de nuevo su infortunio; y esas esperanzas habían sido aplastadas con demasiada violencia por el brusco golpe para que su imaginación se detuviera en la idea de ver acumularse su nuevo tesoro con aquel pequeño comienzo.

Las ciencias, la política, la filosofía, los odios, las ambiciones, el amor, la guerra, el infortunio, todo lo que constituye nuestra cotidiana vida, había perdido su interés en aquel momento. Todos los hombres resultaban iguales.

Ya Swedenborg, cuando estuvo en el planeta Venus, vio y trató a los hombres de allí, y por lo que nos cuenta de ellos, y por lo apurado que entre ellos estuvo, podemos calcular lo mucho que padeceríamos y el inmenso infortunio que vendría sobre nosotros si una casta semejante, tan engreída, soberbia y poderosa, apareciese en este globo terráqueo en que habitamos.

No tenía a nadie; estaba mal cuidado, y para colmo de infortunio caí en manos de médicos desaprensivos. Cuando pude levantarme me fui a Valencia.

Nosotros, que gustamos de todo lo que es grande, aunque sea una ira real, hemos referido esta anécdota, porque los pájaros verdaderamente negros, esto es, los que tienen emponzoñada la lengua y la pluma, se han vengado después, valiéndose siempre de sus armas usuales, el ardid y la calumnia; y han calumniado al infortunio. ¡Pobre don Pedro! Acaso fue malo, porque fue desgraciado.

Tenía un hijo, y lo perdí siguió diciendo . Era mi esperanza, mi única razón de vivir... El infortunio me hizo buscar un consuelo. ¿Qué sería de nosotros si no tuviésemos el poder de engañarnos fabricando nuevas ilusiones?... Y tuve un segundo hijo, un hijo inventado por , triste, condenado á morir, pero joven como el otro, desgraciado como el otro, falto de una madre que alegrase sus últimos días... Yo he querido ser esa madre.

Palabra del Dia

vorsado

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