Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 15 de junio de 2025
Tan tranquilo, como siempre, entró con la cabeza muy levantada y sonriendo; cuatro mozalbetes le sisearon en la puerta, y hay quien asegura que uno le gritó: ¡Fuera! Pero él no se dió por aludido; la exasperación general era contra Schlingen y la primera víctima de éste, él, don Bernardino. Se mezcló a los grupos bulliciosos, dejando oír su palabra de hombre grave e influyente.
De seguir sus impulsos, la gente de acción del partido hubiera hecho cada día una muerte. Don Andrés hablaba con seráfica sonrisa de enredarle las patas al alcalde o al elector influyente que se mostraba rebelde y arrojaba un chaparrón de papel sellado sobre el distrito, promoviendo procesos complicados que no terminaban nunca.
Los triunfos de su nación, el verla trocada de sociedad desquiciada y anárquica en Potencia temida, influyente y gloriosa, lisonjeaban el orgullo de Fray Miguel y le tenía muy satisfecho y orondo. Por nada del mundo hubiera anhelado él que lo que era no fuese; que de todas las glorias, grandezas y triunfos su nación, resultasen falsedad y sueño vano de la fantasía.
Y el final así, lo recordaba Ana palabra por palabra: «Cuando Álvaro me lo contó todo, había dicho Visita, le pregunté, porque ya sabes que nos tratamos con mucha confianza, pues bien, le pregunté: «Pero, chico, ¿cómo diablos dejaste a esa mujer siendo tan hermosa, influyente... y tan lista como dices? ¿Por qué no seguirla a Madrid?
A primeras horas de la mañana había tenido una conversación violenta con Popito, la cual negó haber visto á Ra-Ra en la parte alta del palacio universitario. Luego el influyente personaje abandonó su cama, y estaba ahora en la presidencia del Consejo Ejecutivo, recomendando sin duda la persecución del revolucionario masculista.
Nada oyó el futuro sacerdote en desdoro de su tío; pero, con frecuencia, las gentes que cruzaban las antesalas y corredores del palacio no parecían salir completamente satisfechas de la entrevista con el Prelado: y era lo extraño que si nunca se retiraban descontentos la dama encopetada o el canónigo influyente, solía verse descorazonado y abatido al pobre párroco de aldea o al cura de misa y olla cuyos grasientos y raídos manteos pregonaban descaradamente la miseria.
Despidiéronse en seguida, y salió Tirso a la calle hondamente preocupado, por muchas razones. Aquella señora fue para él un enigma vivo: sabía el motivo de su viaje, alardeaba de influyente, habitaba un palacio y tenía aspecto de reina. ¡Qué maridaje tan extraño formaban en ella el trato mundanal y la piedad! Parecía la encarnación de lo profano puesta al servicio de lo divino.
Temía adquirir nuevos compromisos de sociedad, cuando su trato con la marquesa de Montálvez era todo cuanto podía soportar sin trastorno considerable del método de vida que se hacia en su casa. Más adelante ya sería otra cosa... y hasta conveniente para él. ¿Quién dudaba que era provechosa la amistad bien cultivada de una persona tan distinguida, discreta e influyente como aquella señora?
El beneficiado admiraba al Magistral, creía en su porvenir, se le figuraba obispo, cardenal, favorito en la corte, influyente en los ministerios, en los salones, mimado por damas y magnates. La envidia del beneficiado soñaba para don Fermín más grandezas que el mismo Magistral veía en sus esperanzas. La mirada de este fue en seguida, rápida y rastrera, al confesonario de que salía el envidioso.
Palabra del Dia
Otros Mirando