Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 17 de junio de 2025
Por eso te desafío A ti, a tres, a seis, a doce, Y os reto como a villanos, Como a infames y traidores, De que no tenéis palabra Ni miráis obligaciones; Que no hay entre todos uno Que el amigo no deshonre. Dame mi esposa, Rodrigo, Si mis palabras te corren; Que no he de salir del campo Menos que muera o la cobre.
Tan presto has ofendido y dado al viento Las justas y amorosas fantasias, Y ocupas la memoria de otras vanas, Deshonestas, infames, y livianas?
Descuido fue, que aquella vez, hija, no pude zafarme como cuando la del coche... ¡Ay!, estas cosas te las cuento a ti, porque sé que eres callada y no me has de hacer traición. ¡Si mamá lo supiera...! En fin, que el muy tunante se divirtió todo lo que quiso, y después la del humo. Llegó el 70, y al pobrecito Fenelón le mataron esos infames prusianos.
Con lo cual se volvió á embarcar, llevando consigo á Francisco Ruiz, Juan Galan y Hernandez, autores de las infames muertes de los indios.
El señor Vicente irritábase contra esta imposibilidad de olvidar por unos instantes los asuntos del alma y las grandezas del cielo. Dicen que pienso demasiado, señor de Maltrana, y tal vez tengan razón. Hay noches en que la cabeza parece que me hierve, y no puedo dormir. El Malo me martiriza con imágenes infames.
Durante algunos segundos estuvieron los tres personajes inmóviles el uno frente al otro sin decir palabra, hasta que el viejo, como continuando una peroración interior, exclamó con un repentino acceso de ira y lanzando de sus ojos rápidamente iluminados una mirada feroz. "¡Infames, perros! Quisiera tener en mi mano un arma terrible que en un momento acabara con todos esos miserables. ¡Ah!
El montón de ramas con que la tapamos debía estar aquí, y no lo veo. ¿Será posible? exclamó Van-Stael palideciendo. Adelantóse; examinó con gran atención el lugar en que se encontraban, entreabriendo las malezas, y acabó lanzando una exclamación de ira. ¡Infames! ¿La han robado? preguntaron acercándose Hans, Cornelio y Van-Horn.
No digo yo por diez millones; pero por diez mil ochavos venderían ustedes al Rey, y toda su descendencia; ladrones infames, tíos de Judas». En fin, que si no acierta a pasar el coronel Goiri, que me quería mucho, y me coge a la fuerza y me arranca de allí y me lleva a mi casa, aquella tarde sale el redaño de un cura a ver la puesta del sol.
Se lo he dicho todo; pero Doña Blanca ha contestado que, si bien te cree un hombre sin religión, todavía te tiene por caballero, y que no teme de tí esas villanas é infames acciones con que en tu rabia la amenazas.
Bastante has gozado; ya supiste lo que es la vida de esas infames sanguijuelas... Vamos, que si no meten a esa divinidad en la cárcel, ¡pobre Juan Bou, infeliz obrero!... Sigamos ahora siendo pueblo llano, independiente, liberal, y cuando caiga otra breva, veremos si conviene ser pueblo o echar una cana al aire en el mundo de los burgueses. ¡Valientes pillos! Pero aquello es vivir...».
Palabra del Dia
Otros Mirando