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Actualizado: 2 de mayo de 2025
Pero apenas el conde, muy entusiasmado, hubo dicho unas cuantas galanterías triviales, la joven le disparó a quemarropa y en voz tan clara que todo el mundo lo oyó: A propósito, el capitán Raynal no ha recibido invitación, ¿sabe usted? Desconcertado por aquel ataque imprevisto, el conde balbució algunas palabras vagas.
Para él se acabó lo imprevisto; se acabarán los deliciosos disparates. ¡Desgraciada la boca tapiada a la risa! Ahora, ciencia, trabajo, suegro, amas de cría. Terrible cosa es recibir el adiós a la libertad, y ver la espalda a la juventud fugitiva. ¡Bienaventurados los chiquillos, porque de ellos es la vida! Tienes una bonita casa dijo Isidora sin hacerle caso . ¿Cuánto te cuesta?
Pasmados los de la otra fusta y aterrorizados del imprevisto ataque, no acertaron a huir ni a poner resistencia. La nave se acercó a la fusta y la gente de Morsamor la entró al abordaje, pasando a cuchillo a cuantos había en ella. Tiburcio tomó entonces el mando de la fusta apresada.
Tiene también desigualdades de humor, y, de repente, accesos de un encanto imprevisto y de una humildad encantadora. ¡Pobre Luciana! ¿Por qué soy tan severo... y tan injusto acaso con ella? Ayer, cuando llegué a casa de la Marquesa de Oreve, estaba Luciana en el jardín con un libro abierto en la falda.
Miércoles y domingos, dormida la siesta, acudían a su palacio los varones más linajudos y doctos de la ciudad. La charla de aquella reunión acabó por convertirse en un verdadero gobierno; los mismos regidores iban a consultar allí sus dictámenes. Era un éxito imprevisto. Sin embargo, el señor de la Hoz estaba muy lejos de haberlo codiciado.
Perdona que te lo diga: a veces iban a casa de tu tía y a la de mis primas. Había olvidado casi que habitaban en París y continúo huyendo de ellos, lanzándome al bullicio en pos de lo imprevisto, del lujo con la idea de que esos dos pequeños espectros burgueses, parsimoniosos, tímidos, rutinarios, no me seguirán por ese camino.
No sabemos cuánto tiempo hubiera estado nuestro buen ingenio preso por los pies en el lodo pegajoso, y maldiciendo de su suerte, y del amor, y de las mujeres, y de los hijos bastardos y del mundo entero, y si acaso hubiera perecido, á no ser por un incidente imprevisto para él.
Exactamente, chico, al Abra de la Gracia, que diríamos los españoles traduciendo.... ¡Pero qué encuentro más original!... Yo te hacía en Luzmela. Y yo a ti en Rucanto. Mi viaje ha sido imprevisto. El mío también. Asuntos profesionales, ¿eh?; empeños arduos y piadosos de ciencia y humanidad, ¿no? Sí..., cosas de humanidad...; y a ti, ¿qué te trae por estos mares?
Yo, por ejemplo, sería un flauta pasable, pero ¡por cuanto hay no me atrevería a escaparme de casa y a ir por esos mundos hasta Rusia, tapando huecos en una orquesta! Acaso a mi dignidad y a mi independencia les estuviera mejor emprender esa carrera; pero ¡antes me tiro al agua! El azar... lo imprevisto... el pan dudoso, ¡qué miedo!
El único peligro, según el médico, hubiera sido la hemorragia; pero ésta se cortó, afortunadamente, por el baño imprevisto de agua fría que me di. Sin embargo, me levantó bastante fiebre y me obligó a permanecer en cama nueve días. Al siguiente de mi percance mandé un recado por Villa a Gloria, participándole lo que me había sucedido.
Palabra del Dia
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