Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 18 de junio de 2025
Clementina, que estaba bien penetrada ya de que le tenía en su poder, se mostró inflexible. O pasar por aquellas singulares horcas caudinas, o nada. Y Osorio pasó. ¿Qué había de hacer? Efectuóse la extraña ceremonia una tarde en casa de la novia.
A Santa Cruz de vuelta ya venido, De D. Gabriel le viene un mensagero Con cartas del Virrey, y prometidas Del propio, y Gomez y Avila las vidas. Llegando D. Gabriel á aqueste puesto, Que las horcas de Chaves es llamado, Halló como D. Diego con el resto De su gente ya habia caminado.
Pasamos bajo el umbral de la puerta crítica, y entramos al imperio frances. Para entrar á Francia no era bastante pisar el territorio frances: se necesitaba ser timbrado, registrado y filiado, ó pasar bajo las horcas caudinas de la aduana y la policía. La Francia, como nacion, no es un pueblo: es una aduana y un puesto de guardia.
El cuarto cuerpo tiene cuatro ventanas que dan luz a una espaciosa cámara, con vigas borneadas en el techo, colgada de ristras de pimientos y de horcas de cebollas y ajos, llena de simples mantenimientos para la comida cotidiana. Enfrente de la casa, formando plazoleta, hay una cochera y una ermita. La ermita es pequeña; es de orden clásico.
Era dolor, tristezas y tormentos, El ver poblar las horcas de hambrientos. Aquellos que el huirse no han certado, Juzgaban por no ver camino cierto; Y al perro que hallaban desmandado Mataban: y aun á penas era muerto, Cuando estando cocido ó mal asado, En el hambriento vientre era encubierto, Temiendo que si el dueño lo supiera, La presa de las manos les cogiera.
"Noticia tengo ya de como viene El soberbio cristiano, mano armada: En las horcas de Chaves se detiene Don Diego con su gente levantada, De todos el resguardo nos conviene, Y guardar nuestra tierra libertada; Que si cualquiera de ellos nos venciere, De nosotros hará lo que quisiere."
A Don Diego la nueva llega en esto, Que de parte del Rey se hace gente, De Santa Cruz se sale muy de presto A las horcas de Chaves diligente: En llegando despacha muy de presto En casa Ibitupuá, indio valiente, Diciéndoles, se junten mano armada, Y no dèn al Virey paso ni entrada.
"Los Oficiales, vecinos y habitantes de esta provincia, ya consideramos á V.S. bastante impuesto del lamentable estado en que la tienen constituida los alborotos, muertes y latrocinios de algunos indios incógnitos, que se han introducido en distintos curatos de esta jurisdiccion, derramando cartas sediciosas, publicando bandos y órdenes, en nombre del principal rebelde, José Gabriel Tupac-Amaru: llegando la avilantez de estos, hasta plantar horcas en el punto de Estarca, para ajusticiar en ellas á todos los que, como fieles vasallos y buenos servidores de nuestro legítimo Soberano, no adhiriesen á las ideas de aquel cabeza de rebelion, que se conoce á primera vista, no son otras que anhelar á la subversion de este reino, y colocarse violentamente en la posesion de él.
Aun así, le restaba una fortuna considerable a la Iglesia Primada, y mantenía su esplendor como si nada hubiese ocurrido; pero el señor Esteban husmeaba el peligro desde el fondo de su jardín, enterándose por los canónigos de las conspiraciones liberales y de los fusilamientos, horcas y destierros a que tenía que apelar el señor rey don Fernando para contener la audacia de los «negros», enemigos de la monarquía y la Iglesia.
En el mostrador, de pintada tabla, estaba el peso de metal amarillo, que como el más fino oro de Arabia relucía, y de unos ganchos que traían a la memoria las horcas alzadas por Chaperón en la vecina plazuela, colgaban las orondas reses puestas al despacho.
Palabra del Dia
Otros Mirando