Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 1 de mayo de 2025
¿Y á qué has llevado á la cocina á ese tunante de Aldaba? dijo el cocinero, que ante todo quería conservar delante de aquel extraño su autoridad doméstica. Como tú tienes tan buen corazón, y el pobre vino llorando... Bien, bien dijo Montiño ; todo está muy bien: tú haces lo que quieres, porque yo te quiero. ¿Dónde están esos? En el cuarto de adentro. Pasó Montiño y el inflexible alguacil tras él.
¿Qué tienes, hombre? ¿qué haces aquí? te estoy llenando de polvo la ropa nueva.... Don Fermín salió del comedor. Entró en el despacho. Teresina hacía la cama del señorito. No le oyó entrar porque cantaba y la hoja del jergón sacudida le llenaba de estrépito los oídos. El señorito como huyendo, salió del despacho también. Salió de casa.
En la mano de Lucía se encogió de pronto el cabello de Sol con que jugaba. ¡Ay! me haces daño. ¿Quieres que vayamos a ver cómo está Ana?
Paz seguía con la moneda en la mano, más avergonzada que el chico. ¿Me haces un feo? Eso no: y pá que vea Vd., deme usted esa rosa que tiene Vd. prendida en el pecho: luego yo se la doy a mi novia: Vd. tendrá muchas así, y de esas no se venden en la calle.
Porque he notado que siempre que llevas la mano al bolsillo lo haces con mucho trabajo y la mayor parte de las veces no lo consigues... Eso no puede ser más que reúma... reúma en el brazo derecho. ¡Tío! ¡tío! No te sofoques, que eso se cura con un poquito de aguardiente alcanforado.
Mira, tonta añadió el otro, que si no haces caso, nos vas á dar un disgusto. Baja en un vuelo, y deja eso, que es de la tierra y en la tierra debe quedar. En un momento vas y vuelves, tonta. Yo te espero en esta nube.» Al fin Celinina cedió, y bajando, entregó á la tierra su hurto.
Muda de fe, y adora. Más claro, ten fe, porque lo que tú tienes ahora no es fe; lo que tú haces ahora no es creer, es soñar. Ten fe, repito, y te salvarás, como se ha salvado la humanidad cristiana. El mundo moderno mudó enteramente de pensamiento y de conducta.
Y sin apartar de ellas los ojos profirió: ¿Vendrás mañana á despedirme? No respondió el mozo con firmeza. Haces bien. ¿Para qué llamar la atención de la gente? Y después de una pausa añadió tendiéndole la mano: Adiós, Nolo, que Dios te proteja como hasta ahora, que proteja á tus padres y á tus hermanos y al ganado que tenéis en la cuadra.
El asombro de la santa era tan grande, que no lo podía expresar. Abría la boca, maravillada, cual si presenciara un milagro. «Pero de veras que tú... Mira, hijo, si quieres que yo crea en ese estado de tu espíritu, es preciso que me lo pruebes...». ¿Cómo he de probártelo? Vamos a ver dijo la virgen y fundadora, con resolución . ¿A que no haces una cosa?
Este procedimiento prudentísimo no le valió, sin embargo. Ya una vez, como repitiese con harta frecuencia lo de asomar la nariz á la puerta de la alcoba, Doña Blanca había dicho: ¿Qué haces ahí? ¿Vienes á molestarme? Pareces un buho que me espanta con sus ojos. Déjame en paz, por Dios.
Palabra del Dia
Otros Mirando