United States or Palau ? Vote for the TOP Country of the Week !


, señor continuó madama Scott, y por esto hemos tenido tanto gusto en recibiros hoy. No a todos habríamos dispensado la misma acogida, os lo aseguro. Ahora bien, podéis ya tomar vuestro cigarro; mi hermana espera desde hace rato. Juan no halló una palabra para responder.

Supon, le dije, que no conocieras á tu madre; supon que esa mendiga fuera tu madre, ¿habriamos hecho lo que hicimos?

De encontrarnos en otra ocasión, nos habríamos visto por unas horas nada más, siguiendo cada cual su camino, sin ningún deseo amoroso. Pertenecemos á mundos distintos... Pero estábamos inmovilizados en el mismo país, poseídos del tedio de la espera, y lo que debía ser... fué.

Pero no podía, no podía. Mis obligaciones... ¡Ah!, señora, crea usted que tengo el corazón destrozado, y que tardaré en consolarme de esta pesadumbre... La había tomado yo tanto cariño, que a todas horas la tenía en el pensamiento. Mi destino me ligaba a ella, y hubiéramos sido felices, , felices, créalo usted... Nos habríamos ido a otro país, a un país lejano, muy lejano.

»Bien habríamos navegado treinta millas, cuando nos amaneció, como tres tiros de arcabuz desviados de tierra, toda la cual vimos desierta y sin nadie que nos descubriese; pero, con todo eso, nos fuimos a fuerza de brazos entrando un poco en la mar, que ya estaba algo más sosegada; y, habiendo entrado casi dos leguas, diose orden que se bogase a cuarteles en tanto que comíamos algo, que iba bien proveída la barca, puesto que los que bogaban dijeron que no era aquél tiempo de tomar reposo alguno, que les diesen de comer los que no bogaban, que ellos no querían soltar los remos de las manos en manera alguna.

Eran Fernanda y su hija: al verlas, ambos sacamos la cabeza por las portezuelas del cupé, en el momento en que ellas también daban vuelta. Van espléndidas me dijo don Benito. Diablo de vieja tu tía, hasta muerta nos persigue; si no hubiera sido por el tal entierro, ¡qué golpe habríamos dado yendo a Palermo!... Pero todavía hay tiempo le repliqué, retrocedamos. ¿Te atreves?... Y qué...

Era el coche alquilón; a ratos parecía que andábamos tanto atrás como adelante, a modo de quien pisa nieve; a ratos, que estábamos columpiándonos en un mismo sitio, y llegó por fin a ser tan completa la ilusión, que temeroso yo de alguna pesada burla de Carnaval, parecida al viaje de don Quijote y Sancho en el Clavileño, abrí la ventanilla más de una vez, deseoso de investigar si después de media hora de viaje estaríamos todavía a la puerta de mi casa, o si habríamos pasado ya la línea, como en la aventura de la barca del Ebro.

¡Mozo!.. gritó Melchor. ¡Vengo! repuso éste, alzando la voz. ...Y cigarros. ¡Conforme! Estaba pensando que hemos hecho una zoncera en quedarnos aquí. Efectivamente; habríamos tenido tiempo de dar una vuelta por la ciudad. Lo han pensado tarde, porque ahí tocan la campana dijo Melchor, agregando: ¡Lo que se ha perdido el Bragado!...

Habríamos andado una hora, charlando amigablemente, en medio de las dificultades de un camino espantoso, descendiendo casi a pico por gradas imposibles en la montaña, donde las mulas hacían prodigios de estabilidad, cuando comprendí que a aquel paso, no sólo no llegaríamos a Consuelo, sino que jamás a Bogotá.

26 Uno de los siervos del sumo sacerdote, pariente de aquel a quien Pedro había cortado la oreja, le dijo: ¿No te vi yo en el huerto con él? 27 Y negó Pedro otra vez; y luego el gallo cantó. 29 Entonces salió Pilato a ellos fuera, y dijo: ¿Qué acusación traéis contra este hombre? 30 Respondieron y le dijeron: Si éste no fuera malhechor, no te le habríamos entregado.