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Actualizado: 13 de mayo de 2025
Cosas, hombres, costumbres, hábitos, rutinas, prejuicios, taras hereditarias, sedimentos sociales, todo lo enfoca bajo el haz luminoso de su linterna este espíritu ansioso de saber y de bien. Hurga, remueve, corta lo enfermo, lo malo, con su bisturí implacable. Todo cae bajo la disección y el análisis.
El dia también que el pueblo español pueda saborear las nobles fiestas de la democracia, de la vida libre y popular, trocará el circo de toros por la asamblea y el gabinete de lectura. Sus defectos actuales no provienen sino del aislamiento, que ha impedido sacudir los malos hábitos y las preocupaciones perniciosas.
Salía a pedir y por eso tenía todos los malos hábitos de la vagancia. Pero con mi sistema la voy enderezando. Porrazo va, porrazo viene, la verdad es que sacaré de ella una mujer en toda la extensión de la palabra». Está tan malo el servicio en Madrid observó Juan Pablo , que no debe usted mirarle mucho los defectos.
Consideraba yo que iba a la corte, donde nadie me conocía que era la cosa que más me consolaba , y que había de valerme por mi habilidad. Allí propuse de colgar los hábitos en llegando, y sacar vestidos cortos al uso.
El humilde empleado que pasó la vida a salto de mata, de oficina en oficina, de centro en centro, sin apoyo ni valimiento, había logrado adquirir tales hábitos de orden y economía, que iba a serle posible dar carrera a este hijo, y dársela a su gusto, no como se la dieron al otro.
Su traje era cual se ha pintado, sólo que, llegando cerca, vio don Quijote que un coleto hecho pedazos que sobre sí traía era de ámbar; por donde acabó de entender que persona que tales hábitos traía no debía de ser de ínfima calidad. En llegando el mancebo a ellos, les saludó con una voz desentonada y bronca, pero con mucha cortesía.
Aunque mis hábitos me hagan como enviado del cielo, mi palabra siempre será palabra humana, y para una hija sólo es divina la palabra de su propia madre. La hermosa y noble faz de Lázaro se iluminó con esa satisfacción intensa que produce la resolución inquebrantable de vencerse a sí mismo por amor al prójimo. La duquesa, que ya empezaba a desasosegarse, esquivó las miradas del capellán.
No le ocultaré, señor marqués, que debe usted armarse de todo su valor para conocerlo; pero está en mis hábitos proceder con método.
Pero Paca era hija de una tabernera, se había criado entre el ruido y la alegría, y por más que la altivez de su temperamento aristocrático la había preservado de los hábitos y las palabras groseras, sus ojos y sus oídos se habían acostumbrado á la algazara de estos sitios. Si por cualquier causa pasaba algunos días sin ir á la reunión, sentía la nostalgia de ella, se ponía de mal humor.
Ahora quisiera yo desgarrar y tirar mis hábitos, volver al mundo y acometer y llevar a cabo empresas tales que justificasen mi ambición, que la justificasen a mis propios ojos y que anonadasen el desprecio con que a mí mismo me miro y con que al mirame me mato, pero con muerte que no tiene fin y cuya horrible eternidad está en mi conciencia.
Palabra del Dia
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