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Actualizado: 8 de junio de 2025


La regularidad y noble simetría de todas las facciones infundían amor y respeto; pero las angustias del patíbulo, los horrores de la agonía, los tormentos todos estaban marcados en aquella cara flaca y macilenta, y en aquel pecho y en aquel costado herido por la lanza.

Crescencia se llamaba la ciega o cegata, siempre hecha un ovillo, mostrando su rostro diminuto, y sacando del envoltorio que con su arrollado cuerpo formaba, la flaca y rugosa mano de largas uñas.

Todas las mujeres le guiñaban para que lo vendiese menos la Penchang que temiendo rescatasen á Julî observó devotamiente: Yo lo guardaría como reliquia... Los que vieron á María Clara en el convento la hallaron tan flaca, tan flaca que dicen, apenas podía hablar y se cree que morirá como una santa... El P. Salví habla muy bien de ella como que es su confesor.

Volví a ocupar mi puesto, sin intervenir en la tal receta, y me divertí en observar a la señorita Sarcicourt, como si no la hubiera visto nunca. Unos sesenta años. Alta, flaca, después de haber sido delgada, la señorita Sarcicourt carece de proporciones en lo alto de su larga silueta. Tiene una cabeza de pájaro en un cuello de jirafa.

D. Gregorio Salinas aceptó la invitación, juzgándose muy honrado, y trasladó a un cuarto, que le prepararon en el caserón de doña Luz, la maleta que había dejado en la detestable posada del lugar. Doña Luz, en tanto, aunque triste por la muerte de su madre y por la historia melancólica que había oído contar, cedía a la flaca condición humana, y se alegraba de verse tan rica.

Un momento después, sin embargo, pareció que los fantasmas fueran de naturaleza más condescendiente que lo que pretendía el señor Macey, porque de pronto se vio la figura pálida y flaca de Silas Marner. De pie entre la luz cálida de la pieza, no profería palabra, pero giraba por la asamblea la mirada de sus ojos extraños y sobrenaturales.

El, hombre de razón, sólo había sabido burlarse de los entusiasmos generosos y desinteresados de los otros hombres, encontrando inmediatamente su parte flaca, su falta de adaptación á las realidades del momento... ¿Con qué derecho reía de su piloto, que era un creyente y soñaba, con la pureza de un niño, en una humanidad libre y feliz?... ¿Qué podía oponer él á esta fe, aparte de sus burlas estúpidas?...

Por las palabras de estos autores se viene en conocimiento de cuán flaca i ciega es la razon humana, i cuán fácilmente tuerce i lleva la condicion de los mortales á odiar lo mas amado, i á amar lo mas aborrecido.

9 Pero mirad que esta libertad vuestra no sea tropezadero a los que son débiles. 11 Y por tu ciencia se perderá el hermano débil por el cual el Cristo murió. 12 De esta manera, pues, pecando contra los hermanos, e hiriendo su flaca conciencia, contra Cristo pecáis. 2 Si a los otros no soy apóstol, a vosotros ciertamente lo soy; porque el sello de mi apostolado sois vosotros en el Señor.

El deseo más ardiente de Margarita, se vió, sin embargo, cumplido. En el tercer año de su unión el Cielo le acordó una hija, que recibió el nombre de Elena. Pero su alegría fué de corta duración; la niña nació enferma, y al cabo de dos o tres semanas se puso tan flaca que no cupo duda de que viviría poco tiempo más. Podéis imaginaros la desesperación de la señora.

Palabra del Dia

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