Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 13 de junio de 2025


Reduzcamos aún el tamaño, aligeremos su gordura, ablandemos la espina, y sobre todo, suprimamos esa cola, ó más bien, dividamos la horquilla en dos apéndices carnosos que serán de mayor utilidad.

Con la mayor frescura levantan la yerba los domingos, la cargan y marchan con su carro chillando por el medio del pueblo, como si Dios no los mirase, como si no clavasen con su pecado una espina más en la cabeza de nuestro Redentor.

El hígado me tiene desde ayer molesto y «achicopalado». Ven, charlaremos, y te enseñaré algo que te gustará mucho; unos exámetros que forjé anoche contra esos «sabios» de «La Sombra» y de «La Voz». «Ya sabes cuánto te quiere este tu maestro y amigo Román López». Me dió mala espina la esquelita de mi señor maestro. Desde luego pensé que iba yo a tratar con un hombre de mal carácter.

A Pedro Real, pagó con un movimiento de cabeza, su humilde saludo, cuando pasó a caballo; y no lo vio con pena, ni con afecto que debiera afligir a doña Andrea, todo lo cual vio Adela desde su balcón, aunque estaba de espaldas. Pero Lucía se había entrado por el alma de Sol, desde la noche en que le pareció sentir goce cuando se clavó en su seno la espina de la rosa.

La venganza es manjar muy dulce, y debo saberlo, porque soy mujer; acaso estamos de acuerdo, y sólo nos diferenciamos en el modo; concédeme que nuestra venganza sea menos violenta, y yo daré tal susceptibilidad a nuestro enemigo, que le sea dolorosa en mucho más. El acero casi se embota en la dureza de la mano, y una espina de la rosa hace lastimar y desangrar el corazón.

CHULETAS DE TERNERA ASADAS CON TOMATE. Se toma un trozo de carne que contenga huesos de la espina dorsal y costillas. Se corta por ambos lados de una de éstas y a lo largo del hueso poco al bies; para obtener buenas chuletas no deben sacarse más de cuatro de cada costillar de carnero.

Según dijeron al joven, tenía rota la espina dorsal, quebrado su esqueleto por varias partes. La cara mostrábase intacta, contraída por un gesto de inmenso dolor. Isidro sólo pudo ver uno de sus ojos, desmesuradamente abierto, que parecía fijar en él la vidriosa pupila.

Salabert conocía esta innata tendencia que tiene la espina dorsal del hombre a doblarse y abusaba de ella. Muchos que vivían con independencia, no sólo le toleraban impertinencias que les hubieran parecido intolerables en algún amigo de la infancia, sino que apetecían y buscaban su trato.

Los caminos sólo se adivinaban por la alineación de los árboles. En el monte era difícil avanzar. La naturaleza, enseñoreada durante muchos años de abandono, se defendía ahora con la maraña, con el fustazo, con la espina.

D. Restituto atajó su discurso teológico y se llevó la mano a los ojos a guisa de pantalla. Son mis vacas dijo sordamente. Y antes que llegasen se puso a gritar al criado que las conducía: ¿Qué tiene la Parda, que cojea? Debió meterse una espina.

Palabra del Dia

ayudantes

Otros Mirando