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Actualizado: 20 de junio de 2025


Pues ademas de los muchos que tiene pagados para esto en Filipinas, Marianas y Mégico, en solo la provincia del Nuevo Reino, que comprende solamente desde Panamá hasta el reino de Quito, tiene pagados exclusivamente para este intento cuatrocientos soldados, con sus cabos respectivos, y con sueldo mayor que el de Buenos Aires: y en Buenos Aires tiene pagados para lo mismo cincuenta con su capitan; especificando que hayan de ser para escolta de los Padres Jesuitas de la mision de Magallanes y Patagones, que es de aquí al Estrecho.

Los empleados, calmosos y con aire de fatiga, iban de un lado á otro guiando á los hombres, dando explicaciones, disponiendo la carga de montañas de objetos. En el convoy que llevaba á Desnoyers los territoriales dormitaban, acostumbrados á la monótona operación de dar escolta.

¿Por qué este cambio, General? pregunté. Estrakenz se mordió el cano bigote. Es más prudente, señor murmuró. Inmediatamente detuve mi caballo. Sigan andando los que me preceden mandé, hasta llegar a cincuenta varas de ; y usted, General, y el coronel Sarto, esperarán aquí con el resto de la escolta hasta que yo también me haya adelantado otras cincuenta varas.

Déjeme su merced ahora dijo Juanita y no venga, con perjuicio de su autoridad, acompañando a una chicuela que lleva un cántaro. ¡Pues no se enojaría poco la señora doña Inés, que tiene tantos humos, si viese a su señor padre sirviendo de escolta, no a una princesa como ella, sino a una pobrecita trabajadora! ¿Qué había de decir? Diría que yo te estaba encomendando algún trabajo.

El capitán hizo al instante levar anclas y el buque, arrastrado penosamente por sus dos botes, emprendió una marcha lenta hasta llegar á paraje abierto donde pudiera desplegar las velas. Las lanchas le daban escolta. Reinaba el júbilo en éstas, cambiándose entre unos y otros mil bromas y donaires. El blando movimiento de las olas y la fresca caricia de la brisa excitaban más su alegría.

Cabalgaba éste á corta distancia, revestido de armadura completa á excepción del casco con luengas plumas blancas, que sostenía sobre el arzón uno de los escuderos de su escolta. Cubría sus blancos cabellos un birrete de terciopelo color de púrpura y un paje le llevaba la poderosa lanza.

Como que acabo de llegar de haber dado escolta de honor á don Baltasar de Zúñiga, que va de embajador á Inglaterra. ¡Pero si don Baltasar no se mete en nada! ¿Cómo que no se mete y estaba metido de hoz y de coz en el cuarto del príncipe?

Toda aquella columna vestida con petos de luciente acero y brillantes morriones coronados de penachos de plumas, presentaba un golpe de vista cuyo esplendor ningún despliegue de tropas modernas puede igualar. Y sin embargo, los hombres de eminencia en lo civil, que marchaban inmediatamente en seguida de la escolta militar, eran aun más dignos de la observación de una persona pensadora.

Pasaba gran parte del día fuera de su casa, lejos del silencio huraño de las mujeres, interrumpido muchas veces con lagrimeos, y cuando volvía era con escolta, amparándose en su apoderado y otros amigos. El talabartero fue también un gran auxiliar para Gallardo. Por primera vez miró éste a su cuñado como un hombre simpático, notable por su buen seso, y digno de mejor suerte.

Un pelotón de jinetes marchará delante para que se alejen los curiosos, si es que verdaderamente queda alguno. Además van con ellos numerosos trompeteros, que anunciarán ruidosamente el paso de usted para evitar accidentes. Cuando se sienta cansado, puede hacer una seña á la escolta y volverse á casa. Usted sabe el camino. El Gentleman-Montaña se extrañó de estas palabras.

Palabra del Dia

cabalgaría

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