Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 5 de julio de 2025
Los domingos cuando bailábamos en tu casa o en la mía, me sacaba más veces que a las demás, pero no se atrevía a decirme nada... A pesar de eso, una vez bailando, como estaba triste y hablaba poco, le pregunté si estaba enfadado, y él me contestó: «Yo no me enfado con nadie, y mucho menos contigo». Yo me puse colorada... y él también... Todos los días por la tarde iba a esperarme a la salida del colegio; se estaba paseando por delante hasta que yo salía y después me seguía hasta casa...
Sí, sí, porque los hombres son todos muy ingratos y cuanto más se les quiere es peor... ¿Piensa V. que yo no lo sé?... Me ha tenido V. al balcón todas estas tardes esperándole; ¡pero que si quieres!... Por la noche detrás de los cristales, le veía pasar, muy serio, muy serio, sin mirar siquiera hacia mi casa... Yo decía, ¿estará enfadado conmigo? ¿Por qué se habrá enfadado? ¿Será porque he cerrado el balcón a las tres menos cuarto?
Al cabo, al entrar un día en su casa, exclamó, como enfadado consigo mismo: ¡Caramba! ¡Siempre se me olvida que tengo que ir a casa de mi prima Tula!... Pero no tenga usted cuidado, que de mañana no pasa... Transcurría el día siguiente, y otro después, y otro, y otro, sin que el viejo calavera se acordase de mi asunto más que de la muerte.
Perdona él todo; pero que le toquen a su soberbia no lo perdona. «¿Estás enfadado?». «¡Si te parece que no debo estarlo...!». «Hazte el cargo de que no he dicho nada». «No puedo; me has ofendido; te has rebajado a mis ojos. Como tú no tienes sentido moral, no comprendes esto.
¿Por qué la has roto? ... dijo Lázaro, deplorando no tener aquel documento. ¿Y no recuerdas haberme visto á mi aquella tarde? Si, sí; sí lo recuerdo contestó, mostrando que nunca había olvidado tal cosa. Entraste muy enfadado. Yo estuve llorando toda la noche. Después me dió un mareo en la cabeza ... Yo creí que me iba á morir, y me alegré.
Malespina soltando unas bolas como templos, y mi amo oyéndolas con santa calma, pareciendo unas veces enfadado y otras complacido de escuchar tanto disparate. Si mal no recuerdo, también dijo D. José María que había aconsejado a Napoleón el atrevido hecho del 18 brumario.
Pablo Valls no le escribía porque estaba enfadado con él. ¡Marcharse sin avisarle!... Pero era un buen amigo y se ocupaba en desenmarañar sus asuntos. Tenía para esto una habilidad diabólica. ¡Al fin, chueta!... Ya le daría más noticias.
Rio Isidro, mientras el otro se alejaba como ofendido por el saludo. El amigo Sherlock Holmes está enfadado.
No sé qué la preocupaba e ignoro si me oyó, pues no se dignó responderme... Después de largo rato de distracción, acabó por decir: ¿Me ha hablado usted?... ¿Qué me decía? El encanto estaba roto. Retiré el brazo, me separé de ella y respondí: ¿Yo? nada... Usted sueña... ¿Qué puedo tener que decirle? Me pareció... ¡Vaya! ¡Ya está usted enfadado!
Se sorprendió mucho al verme «tan temprano y tan peripuesto al cabo de días y días sin dejarme ver de nadie», y temió que aquella inesperada visita fuera «para cosa mala». ¿Estaba enfadado con ellas? ¿Me habían dado, sin querer, motivo para estarlo?
Palabra del Dia
Otros Mirando