Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 13 de mayo de 2025
Dí algunos paseos en el portal y eché todos los cálculos que un hombre serio tiene el deber de echar en tales ocasiones. De un lado, del lado de la calle, la consiguiente mojadura; del lado de la escalera, la fatiga consiguiente. Por otra parte, los amigos estarían ya reunidos en el café despellejando a alguno, ¡tal vez a mí! Al fin adopté una resolución violentísima.
No me he embarcado aquí seis veces en mi vida; y en tres de ellas eché los hígados, sólo por asomarme a la boca del puerto. Soy de Astorga, y no hay más que decir. Pero no le apure la dificultad, que si los lances de la mar le gustan a usted... ¡Muchísimo! No han de faltarle medios de satisfacer el gusto. Respondo de ello. ¿De veras, don Claudio?
Y en seguida: ¿por qué ponía el cura una cara tan chusca, mientras yo recitaba mi lección? Y me eché a reír mientras las lágrimas me rodaban por las mejillas. Pero por más que intenté profundizar este problema, no di con la solución.
Señora, por Dios, no me eche usted así dijo Clara, poniéndose de rodillas y cruzando las manos. A estas horas ... sola ... yo no conozco á nadie ... ¿Qué va á ser de mí? ¿A dónde voy? Espere usted, por la Virgen Santísima, á que venga don Elías, que, siendo huérfana, me recogió.... El no me abandonará de este modo ... Estoy segura. Nada, nada. ¿Aun espera usted engañarle otra vez?
Todo está muy bien, me dije encaminándome lentamente hacia el castillo, pero si su corazón cambia, puede enamorarse de otra mujer durante sus viajes. Casualmente dicen que las rusas son muy lindas. Será preciso mandarle a Laponia. Eché a correr con todas mis fuerzas y llegué a la puerta del castillo en momentos en que el comandante subía a su carruaje.
Entonces eché de ver claramente por primera vez, maldiciéndola, la humildad de mi condición; trataba de explicarme el derecho que tenían a la superioridad los que realmente eran superiores, y me preguntaba, lleno de angustia, si era justo que otros fueran nobles y ricos y sabios, mientras yo tenía por abolengo la Caleta, por única fortuna mi persona, y apenas sabía leer.
Sí, señor, muy poco... nada; porque con todo ello junto, y a pesar de las ponderaciones honradísimas de su madre, sin que ella lo sepa puede ser el chico un perdulario, o llegar a serlo, o un descastado, o un hombre inútil y un detestable marido... ¡Eche usted, canástoles! ¡eche usted más peste si le parece poco todavía la que ha echado sobre el pobre chico!
El título de éstas, los nombres de los directores de compañía y algunas otras particularidades, aparecen de la ojeada que eché sobre ellas, y cuyo contenido es el siguiente: COMEDIAS REPRESENTADAS EN OCTUBRE. Actores. Pedro Valdés: Los celos en el caballo, La despreciada querida, La pérdida de España.
Como me gusta ver el paisaje y hacer ejercicio, y como me dijeron que adelante, siempre adelante, eché a andar, mandando mi equipaje en un carro. Ya ve usted cómo me perdí... pero no hay mal que por bien no venga... le he conocido a usted y seremos amigos, quizás muy amigos.... Vaya, adiós; a casa pronto, que el fresco de Setiembre no es bueno. Esta señora Nela tendrá la bondad de acompañarme.
Dentro de cuatro o cinco días asegura que podré ya montar en Lucero, caballo negro, hijo de un caballo árabe y de una yegua de la casta de Guadalcázar, saltador, corredor, lleno de fuego y adiestrado en todo linaje de corvetas. Quien eche a Lucero los calzones encima dice mi padre , ya puede apostarse a montar con los propios centauros; y tú le echarás calzones encima dentro de poco.
Palabra del Dia
Otros Mirando