United States or Equatorial Guinea ? Vote for the TOP Country of the Week !


Un sentimiento que ella creyó ser de piedad, la arrastró de una manera irresistible hacia aquel ser que sufría por ella, y en un arrebato de ternura le preguntó: ¿Le duelen sus quemaduras, Juan? ¿No? Bueno, vamos a subir juntos ¿quiere, amigo mío? Había pasado su brazo bajo el de Juan e instintivamente buscaba un apoyo en aquel hombro robusto.

-Quiero decir -dijo don Quijote- que, cuando la cabeza duele, todos los miembros duelen; y así, siendo yo tu amo y señor, soy tu cabeza, y mi parte, pues eres mi criado; y, por esta razón, el mal que a me toca, o tocare, a ti te ha de doler, y a el tuyo.

Es como si para remediar la injusticia social iniciase el sacrificio uno que sólo tuviese unos cuantos miles de pesetas, renunciando a ellas.... Tras un largo silencio, Gabriel habló con dulzura, en vista del gesto irónico y casi agresivo del cadete. A usted le duelen indudablemente mis afirmaciones.

Y, diciendo esto, se levantó en pie y se empuñó en la espada, esperando qué resolución tomaría el Caballero del Bosque; el cual, con voz asimismo sosegada, respondió y dijo: -Al buen pagador no le duelen prendas: el que una vez, señor don Quijote, pudo venceros transformado, bien podrá tener esperanza de rendiros en vuestro propio ser.

Pastor naciste y pastor eres, ¿gracias a quién? Al duque, su esposo; no lo niego. Como pastor te conduces, y todos, al parecer, para ti somos borregos. ¿No quieres decirme lo que has hablado con el fraile? Te lo diré yo, que a no me duelen prendas, Facundo. Habéis hablado de don Pedrito y Angustias.

-Así es verdad -respondió Sancho-, pero al buen pagador no le duelen prendas, y en casa llena presto se guisa la cena; quiero decir que a no hay que decirme ni advertirme de nada, que para todo tengo y de todo se me alcanza un poco. -Yo lo creo, Sancho -dijo don Quijote-; ve en buena hora, y Dios te guíe.

Sintió la muchacha como una ola de fuego que la envolvía desde la planta de los pies hasta la raíz del cabello, y después un leve frío que le agolpó la sangre al corazón. Borrén se aproximó a la amante pareja, abriendo las manos llenas de tierra y de fresas despachurradas. Ya me duelen los riñones de andar a gatas dijo . Podíamos merendar... si a ustedes no les molesta, pollos.

-Haya lo que hubiere -replicó Sancho-, que al buen pagador no le duelen prendas, y más vale al que Dios ayuda que al que mucho madruga, y tripas llevan pies, que no pies a tripas; quiero decir que si Dios me ayuda, y yo hago lo que debo con buena intención, sin duda que gobernaré mejor que un gerifalte. ¡No, sino pónganme el dedo en la boca y verán si aprieto o no!

¿Quién es el que nos responde? -respondieron del otro aposento. ¿Quién ha de ser -respondió Sancho- sino el mismo don Quijote de la Mancha, que hará bueno cuanto ha dicho, y aun cuanto dijere?; que al buen pagador no le duelen prendas.

¡Mariita! ¡Mariita! dijo Nieto, dirigiendo una reprensión cariñosa a cierta joven a quien había sorprendido fumando. Don Celipe, es que me duelen las muelas. Pues cuidado con ellas, porque pueden salirte caras. Habíamos recorrido casi todas las naves, y mi Paca no aparecía. Nieto me invitaba ya a que pasáramos al taller de cigarros puros.