Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 24 de junio de 2025
II de Eco y Narciso: «BATO. ...Vn tiempo que se dieron en usar ojos dormidos, no había hermosura despierta y todo era mirar bizco....» Capadillo, pues juegan con seis y siete. ¿Y de las que se atapan en la comedia?
Una noche, estando en Marsella de paso para Egipto, Mina quiso pasear por el Puerto Viejo, á la luz de la luna. ¡Ver los buques antiguos del Mediterráneo dormidos sobre las aguas de plata! ¡Creerse en tiempos de la Odisea al contemplar las filas de pequeños veleros procedentes de Grecia!... Los muelles desiertos resultaban peligrosos después de media noche.
Describía con un laconismo pintoresco las noches en la dehesa, con sus toros dormidos bajo la difusa luz de las estrellas y el denso silencio rasgado por los ruidos misteriosos de las espesuras. Las culebras del monte cantaban con una voz extraña en este silencio. Cantaban, sí señor.
¡Vamo, hombre, no seas guasón! exclamó Celso, que por haber estado en el servicio militar tres años había llegado al pueblo hablando en andaluz. Á ti te molerán lo que tengas que moler, como á too María Santísima. ¡Si pensarás que te han de dar más arriba del cogote! Yo no sé dónde me darán, pero sí certifico ¡puño! que antes de darme he de dejar dormidos á muchos de ellos. Sí, á fuerza de sidra.
El batallón había terminado de instalarse á lo largo del muro, frente al río. Los soldados, arrodillados, apoyaban sus fusiles en aspilleras y almenas. Se mostraban satisfechos de este descanso después de una noche de combate en retirada. Todos parecían dormidos con los ojos abiertos. Poco á poco se dejaban caer sobre los talones ó buscaban el apoyo de la mochila.
El son de mas de una templada caja, Y el del pifaro triste y la trompeta, Que la colera sube, y flema abaxa; Asi os incite con virtud secreta, Que despierte los animos dormidos En la facion que tanto nos aprieta. Yá retumba, ya llega á mis oidos Del esquadron contrario el rumor grande, Formado de confusos alaridos.
Las sensaciones intensas que nos habían dominado por algunas horas, el profundo asombro que aún estremecía el alma por instantes, nos dieron una laxitud tal, que al llegar a la hacienda de Tequendama, nos desmontamos, y encontrando en un corredor algunas pieles, nos tendimos sobre ellas, quedándonos casi instantáneamente dormidos.
En el comedor, y ya iban a dar las cinco, estaban todavía esperándolos Marta y Sebastián, medio dormidos, bostezando.
Una parte del tiempo, no poca en honor de la verdad, la pasaban dormidos en sus rincones acostumbrados, con las sillas reclinadas contra la pared, despertando sin embargo una ó dos veces al mediodía para aburrirse mutuamente refiriéndose, por la milésima vez, sus viejas historias marítimas y sus chistes ó enmohecidas jocosidades que ya todos se sabían de memoria.
Cuando hablaba, no había seis diputados en el salón, y de estos seis, cinco estaban dormidos. Todos los oradores versados en administración producen estos efectos de narcótico. Papá mismo, cuando habla de esto, es el puro beleño. Pero ayer era el único que logró estar despabilado durante la oración fúnebre administrativa de Sánchez Botín. ISIDORA. Pues él dice que apabulló a tu padre.
Palabra del Dia
Otros Mirando