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Actualizado: 23 de mayo de 2025
Aquella mañana era de las más alegres para el joven. Tenía dinero; la noche anterior había cobrado trece duros de una traducción, sintiendo con cierto deleite el peso del puñado de plata junto a su estómago, que aún conservaba el calor y el bienestar del buen trato reciente.
Siéntese, pater, y cálmese y escancie otra copita, que Fray Diego de Areces no es más que un cazuela. El capellán se serenó repentinamente, vertió delicadamente el licor en las dos copas y apuró la suya con deleite, después de lo cual dejó caer la cabeza sobre el pecho, los párpados se le bajaron y se puso a dormitar.
Sentía un placer inmenso, un deleite casi sensual, en sumergir la mirada en aquel aire transparente y límpido; me acometían vagos anhelos, ansias indefinibles que me producían una especie de desvanecimiento. Por un instante, se me borró hasta la noción de la existencia, hasta el pensamiento de Gloria, que tenía a cuatro pasos de distancia.
Sentía Febrer en esta nueva existencia el deleite del que ocupa sitio cómodo para presenciar un espectáculo interesante. Aquellos campesinos y pescadores, belicosos nietos de corsarios, eran para él agradables compañeros de existencia.
Son imitaciones de Lamartine en estilo pseudoclásico; no me gustan, aunque demuestran gran habilidad en Anita. Además, las mujeres deben ocuparse en más dulces tareas; las musas no escriben, inspiran. La marquesa de Vegallana, que leía libros escandalosos con singular deleite, condenó los versos por mojigatos. «Que no se le mezclase a ella lo humano con lo divino.
Si eres el sol de nuestra Pöesía, Viva más que él tu aplauso eternizado, Y pues un vivir solo es limitado, No te estreches al término de un día. Hoy junta en el deleite la enseñanza Tu ingenio, a quien el tiempo no consuma, Pues también viene a ser aplauso suyo. Y sufra la modestia esta alabanza A quien, por parecer más hijo tuyo Quisiera ser un rasgo de tu pluma.
Ahora bien: la idea, el concepto de ciudad aparece cuando el hombre comprende que por encima del capricho impulsivo de su arbitrio personal están la utilidad y el decoro colectivos, el propósito común de prosperidad, cultura y deleite, en los cuales participan por obligación y derecho cuantos en la ciudad conviven.
Las bellas artes, las nobles hijas de la inspiracion, ceden el puesto á las artes del deleite: la gran mezquita no nos descubre mejora alguna de importancia debida á este reinado; lo único que le debe son dos pórticos y el oro con que se cubren unos cuantos capiteles. Casi diríamos que al influjo de la refinacion de las costumbres se va amortiguando la llama del genio... Así es en efecto.
Pareció que consideraba mi extrema juventud con un poco de desconfianza; sin embargo, dijo con un profundo suspiro: En aquel tiempo, yo era un muchacho tímido y no encontraba el valor necesario para hablar. ¡En esos primeros años de locura se siente uno tan transportado, si obtiene siquiera un apretón de manos a hurtadillas! Se figura uno que el mismo matrimonio no podrá ofrecer un deleite mayor.
Ella dijo, con acento mimoso de niña pequeña: Sí, yo quiero que me lleves.... Pero ¿cómo?... No puedo andar.... Estoy muy cansada.... Tengo abajo al Romero, ¿sabes? Nos lleva a los dos en un vuelo. ¿En un vuelo? murmuró Carmen con deleite . Yo tengo muchas ganas de volar.... Salvador temió que delirase. Tenía un poco de fiebre y estaba muy decaída.
Palabra del Dia
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