Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 13 de mayo de 2025


Cuando estuvo otra vez en su embarcación notó que los muelles se iban cubriendo de pigmeos. Eran soldados vestidos con vistosos uniformes y que avanzaban denodadamente. Los que tenían arcos disparaban, pero sus flechas caían mucho antes de llegar adonde estaba el gigante, lo que hizo sonreir á éste despectivamente, no queriendo responder á la agresión.

Nada lo engrandecía tanto como la bruma invernal cubriendo de un velo azulado la lejanía y falseando la noción exacta de la distancia. Ninguno o muy escaso ruido, pero cada nota más perceptible; por la noche, sobre todo, extrema sonoridad en el aire.

El oro de estas cabelleras que comenzaban a deshacerse en torno de él era artificial, cubriendo un pelo grueso y fuerte, endurecido por la química. Los labios tenían un sabor de manteca perfumada. Sus redondeces daban una sensación de dureza pulida por el contacto, semejante a la de las aceras.

Se hacia sensible este accidente por la falta que podia hacer para la defensa del pueblo: pero sin embargo se envió una compañia de fusileros con el capitan D. Santiago Vial, únicamente para sostener la retirada de la caballeria, la que se consiguió felizmente, cubriendo esta operacion con el fuego del fusil, de cuyas resultas tuvieron los contrarios 30 muertos y muchos heridos, y de los nuestros solo lo fueron levemente D. José Antonio Castilla, cacique de Pomata, y un soldado de su compañia.

Dentro de un mes, Amaury, el 1.º de agosto, me traerás a tu esposa y aquí pasaremos, como hoy, el día los tres juntos. En aquel instante, mientras Amaury y Antonia, muy emocionados contestaban al doctor cubriendo de besos y de lágrimas sus manos, se oyó un gran rumor en el vestíbulo y abriéndose la puerta de la estancia entró el criado José. ¿Quién viene ahora a molestarnos? preguntó Avrigny.

Este supuesto, es imposible dar cumplimiento en esta parte á las referidas instrucciones, y es preciso que me atenga al tratado, que habla de Igurey y Corrientes, y no de Aguaray ni Igatimí, ni Ipané; ó por lo menos, cuando se tome el segundo por el Igurey, se hace indispensable que desde su orígen se dirija la línea al norte, sin tocar las cabeceras del Aguaray, ni las del Ipané, hasta encontrar con las del rio Aquidabaniguí, que es el primero que puede servir de límite, cubriendo nuestras posesiones, y desagua en el del Paraguay.

Fundó la de S. Ildefonso el obispo D. Fernando Nuñez de Cabrera, que tres años despues falleció y fué enterrado en ella, cubriendo su humilde sepultura una pequeña lápida de mármol blanco que dice así: Aquí yace el muy reverendo Sr. D. Fernando de Cabrera, obispo de Córdoba, que Dios haya.

Me dejé caer ante la cama, y cubriendo de besos las manos de Marta, le supliqué que tuviera compasión de , quería hablarle, le decía, tenía un peso que me aplastaba el pecho, que me sofocaba: iba a ahogarme. Ella no se despertó. Recogida en su dolor, yacía, triste esqueleto. En sus pómulos se encendían pequeñas llamaradas. La respiración silbaba.

Ella contestó: «, pero ese es un engaño: el cielo está cerradoYo repliqué: «Pronto se abriráPoco a poco se fue cubriendo todo el paisaje, todos los colores habían desaparecido, no se veían otros tonos que el del blanco y el del negro: las montañas negras, el agua plomiza, la espuma plateada; las nubes cenicientas, albas nubecillas, nubecillas pálidas, nubes de color de hierro.

Era una antigua payesa que aún conservaba el traje de su pueblo: jubón obscuro, con doble fila de botones en las mangas; falda clara y rameada, y cubriendo su cabeza el rebocillo, blanco velo sujeto al cuello y al pecho, por debajo del cual se escapaba la gruesa trenza que llevaba postiza y muy negra rematada por largas cintas de terciopelo.

Palabra del Dia

tundas

Otros Mirando