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Actualizado: 2 de junio de 2025


De esto se infiere con evidencia, que el seguirse tan obstinadamente esta Secta, ni es por razón, ni por estudio, ni por saber: pues no puede sospecharse en ellas que se entienden solo de aliñarse, hilar, coser y vender, sinó puramente por engaño, error, tema y pasión ciega y torpe, que todo es tan connatural en este sexo.

Pero es muy natural que una mujer honrada, cuando ve que otra busca en su misma casa á su marido... piense... Pensad lo que queráis. Y Dorotea se sentó sin ceremonia. Y bien, mejor... dijo Luisa sentándose á coser ya lo que debo decir á mi marido cuando tenga un nuevo disgusto con él. Ninguna de las dos mujeres habló más. Al cabo de cierto tiempo Dorotea hizo un movimiento de impaciencia.

¿Y , qué haces, señorita de Rosendez? interrogó Baltasar . ¿Andar de calle en calle canturreando? Bonito oficio, chica; me parece a que .... ¿Y qué quiere que haga? replicó ella. Encajes, como tu amiguita. ¡Ay!, no me aprendieron. ¿Pues qué te aprendieron, hija? ¿Coser? ¡Bah! Tampoco. Así, unas puntaditas.... ¿Pues qué sabes ? ¿Robar los corazones? leer muy bien y escribir regular.

Si es así, la Nela vivirá conmigo; conmigo aprenderá a leer, a rezar, a coser, a guisar; aprenderá tantas cosas, que será como yo misma. ¿Qué pensáis?, pues , y entonces no será la Nela, sino una señorita. En esto no me contrariará mi padre.

Allí aprendió a escribir con bonita letra, a hablar bastante bien en francés y rudimentos incompletos de muchas cosas: de coser poco, de bordar algo y de rezar mucho.

Ninguno al morir es obligado á tomar la extremaunción ni á pagar al sacristán los clamores del tañer, ni á los cofrades los derechos del llevar, ni á cura el enterramiento, ni á frailes la misa cantada, ni á pobres el llevar de la cera, ni á ganapanes el abrir de la huesa, ni aun á comadre el coser de la mortaja, porque el triste y mal aventurado que allí muere, apenas ha dado á Dios el ánima, cuando arrojan á los peces el cuerpo.

En cambio, de la masa insurrecta surgió de pronto el trac-trac de las ametralladoras, semejante al ruido de las antiguas máquinas de coser, el largo y ruidoso desgarrón de las descargas de fusilería, el puñetazo seco y continuo de los cañones de tiro rápido, y en unos segundos quedaron en el suelo la mayor parte de las tropas del gobierno, huyendo las restantes con un pánico irresistible.

Soledad empezó á coser en una sastrería; pero su jornal era tan exiguo que apenas si con él podía comprarse un vestidito de percal y calzar pasablemente. Aquí era donde le dolía á la mocita. Las andaluzas sufren sin pena el ir vestidas con cualquier trapillo; pero viven infelices si no llevan una media bien limpia y un zapato fino y ajustado.

Por la parte de dentro todo fue como coser y cantar. Un tonel viejo arrimado al descuido a la pared, y los restos de una espaldera, fueron escalones suficientes, sin que nadie pudiese notarlo, para subir y bajar don Álvaro por la parte del parque con toda la prisa que pudieran aconsejar las circunstancias.

Pif, ya está. Ahora viene lo más delicado. De esto depende el coser bien o el coser mal. Atiende, hija; pon aquí tus cinco sentidos. Hay que pasar la punta del hilo por estos agujeritos, ¿ves? Será preciso que yo le escriba. ¿No me recomendó mi tío a él y a su padre?... Pues le escribiré. Así no puedo vivir. ¡Qué triste es el verano en esta tierra!

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