Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 31 de mayo de 2025
La condesa se fué acercando al sitio donde estaba la cuadrilla. Al verla todos suspendieron el trabajo: apoyados en la guadaña quedáronse contemplándola mientras Pedro corrió hacia ella con el sombrero en la mano. ¿No tiene usted miedo al calor, señora condesa? No; viniendo preservada del sol no es tan grande. Ponte el sombrero. Al parecer, pronto segaréis el prado.
El conde siguió contemplándola con mirada colérica un buen espacio. Luego se alzó bruscamente y comenzó á dar paseos por la estancia. Al cabo de un rato miss Florencia levantó la cabeza y le dijo con acento más suave: Siéntate. ¿Qué mala hierba has pisado hoy? El conde vino de nuevo á acomodarse en la butaca, tomó uno de los hierros y escarbó la lumbre con ademán distraído.
Pero cuando más embebido andaba en mis pensamientos y planes políticos, y cuando ya estaba próximo a doblar la esquina de la calle, he aquí que siento un brazo que se apoya en el mío y una voz que me dice: ¿Va V. muy lejos? ¡Teresa! Los dos quedamos mudos por algunos instantes; yo contemplándola estupefacto; ella con la cabeza baja y sin abandonar mi brazo. ¿Pero dónde va V. a estas horas?
Un fatalismo implacable la sacudió obligándola a incorporarse, trémula, bajo aquel susto misterioso, huyendo del vuelo torpe y del canto augural. Vió entonces a Salvador, vigilante y desvelado, contemplándola con insaciables arrobos, con infinita y atenta solicitud.
Permaneció algunos minutos inmóvil contemplándola. Sobre la losa estaba escrito con caracteres negros este nombre: ISABEL MARTÍNEZ DE ALCAZAR. Debajo de él estas dos fechas separadas por un guión: 1842-1883, que indicaban sin duda las del nacimiento y la muerte de la persona allí enterrada. Había sobre la losa algunas flores marchitas.
Vamos, amigo Fuentes repuso la graciosa morena dirigiendo una mirada insinuante a Castro, porqué se le había metido en la cabeza arrancársele a Clementina ¿me quiere usted tomar el pelo? ¡Tomaj el pelo!... ¿Qué es que tomaj el pelo? preguntó la baronesa de Rag a Osorio. A esta baronesa la estaba desvistiendo con la imaginación Bonifacio, contemplándola desde lejos sin pestañear.
Palabra del Dia
Otros Mirando